ENTREVISTA

Amigo Vallejo: «No tengo miedo a la muerte; sé que Dios no me va a abandonar»

El cardenal recordaba en esta entrevista que Tierno Galván, agnóstico declarado, tenía un crucifijo en su despacho «porque decía que le daba paz»

Muere el cardenal Carlos Amigo Vallejo

El cardenal Carlos Amigo Vallejo EFE

Jesús Álvarez

Carlos Amigo Vallejo (Medina de Rioseco, Valladolid, 1934-Guadalajara, 2022) ha fallecido este miércoles a la edad de 87 años en el Hospital Universitario de Guadalajara. Licenciado en Filosofía, Psicología y Teología y autor de numerosas publicaciones, fue Arzobispo de Tánger desde 1973 a 1982. Juan Pablo II lo nombró ese año arzobispo de Sevilla. Era cardenal desde 2003 y como tal fue elector en los cónclaves que eligieron a Benedicto XVI y Francisco . Hijo predilecto de Andalucía e hijo adoptivo de Sevilla, ciudad que visitaba con frecuencia, ABC charló con él la tarde del Martes Santo de hace cuatro años y dejó este testimonio sobre, entre otras cosas, cómo afrontaba la muerte.

Afrontar la recta final de la vida teniendo a Dios de su parte debe de resultar confortable.

Facilísimo.

¿Tiene miedo a la muerte?

No, en absoluto. No le tengo miedo porque lo veo como algo natural y sé que Dios no me va a abandonar.

Cuentan que Tierno Galván, agnóstico declarado, pidió en su lecho de muerte que lo confesaran «por si acaso».

No es un caso único ni mucho menos. Conozco varios, incluso de personas que perdieron la fe y luego la recuperaron. Tierno Galván tenía un crucifijo en su despacho porque decía que le daba paz. Y le gustaba mucho que en las iglesias de Madrid tocaran las campanas porque daban trascendencia a las cosas. Era un hombre muy sensato que respetaba las creencias de su pueblo.

¿No se echa de menos esa sensatez en muchos líderes políticos actuales?

Hay de todo pero parece que ninguno quiere que lo tilden de religioso porque piensan que está «demodé» , como fuera de tiempo. Recuerdo un caso de un párroco que negó el bautismo a un niño y el padre, que era un conocido profesor, vino a hablar conmigo . Antes le pregunté al párroco por este caso y me dijo que este hombre se había declarado ateo públicamente y que en una conferencia había puesto verde al Papa y a la Iglesia. Le pregunté luego por eso y el señor me dijo: «Mire, una cosa es lo que uno dice y otra lo que uno siente».

-¿Y permitió que bautizaran a su hijo?

-Por supuesto. Antes le pregunté si tenía algún familiar que pudiera responsabilizarse de la vida cristina de su hijo y me dijo que sus abuelos eran católicos. Ellos fueron los padrinos .

Usted participó en dos cónclaves y en uno de ellos sonó en las quinielas como «papable».

Un periodista me preguntó por eso antes del cónclave y le dije que había hablado esta mañana con el Espíritu Santo y me había dicho que no me hiciera ilusiones. En otra ocasión, a otro periodista, le dije: « ¿Pero hay un cónclave?» Era una forma de decirles que no podía hablar de eso.

¿Empatiza más con el estilo de Francisco que con el del papa Benedicto?

Y o he conectado bien con todos los Papas y cada uno ha sido distinto del anterior. Creo que llegaron en el momento que hacía falta. Para mí no fue ninguna sorpresa la elección de Francisco . Los dos nos conocíamos desde hace años.

¿No le parece muy valiente este Papa?

Como todos los Papas. Benedicto XVI parecía muy calladito , con gestos muy poco expresivos, pero fue le primero que se reunió con las víctimas de la pederastia y mandó a la cárcel a más de uno. Fue el que se trajo el mejor economista alemán para arreglar las finanzas del Banco Vaticano. Lo que pasa es que no le daba importancia y lo hizo a la chita callando . Y que renunciara al Papado porque no se veía con las fuerzas necesarias fue un gesto de humildad, de humanidad y de generosidad increíble . Cualquier otro seguramente hubiera seguido. Para mí sí que fue valiente.

¿Qué caracteriza a los jesuitas, la orden de la que forma parte Francisco?

Su discernimiento y su eficacia . Estudian muy bien los problemas de la Iglesia.

Se ha definido alguna vez como «un fraile vestido de cardenal? ¿Qué conserva de fraile?

Todo, excepto el exterior. Me lo quita y soy un fraile franciscano . Es mi primera vocación religiosa, la fascinación que siento por Francisco de Asís y por los pobres, tanto los económicos como los de ideas, o los que están solos.

¿Decían de usted que era un arzobispo muy diplomático, que le costaba tomar partido por una opción o por otra.

Yo recibo ese adjetivo como una alabanza, no como algo peyorativo.

¿Se ha enfadado alguna vez con alguien?

Sí, y me ha arrepentido siempre . Mis enfados no suelen durar más de cinco minutos. La mayoría de mis enfados son por cosas pequeñas.

De pequeño una vez se peleó con un compañero.

Sí, y me arrepentiré siempre .

Cuando llegó a Sevilla, todas las crónicas le describen como un galán de cine. ¿Recuerda qué le decían las feligresas?

Me han dicho de todo (sonríe). Son cosas que pasan. Recuerdo que del Palacio Episcopal a la Catedral las gitanas que vendían flores me piropeaban. Yo, muy agradecido, pero eran cosas sin la mayor importancia que no me elevaban el ego.

¿No tiene ego?

No. Y menos por cosas por las que no he trabajado sino que me han dado.

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