Apuntes

La Bahía se muere de pena

La manifestación de los extrabajadores de Delphi trata de llamar la atención sobre el demantelamiento industrial de Cádiz y sus efectos catastróficos

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Se esperaban muchos más, pero sólo acudieron unas 2.000 personas. La manifestación que recorrió ayer las calles de Cádiz en favor del empleo fue un clamor popular contra el paro y un toque de atención a las autoridades para que tomen medidas. Sin embargo, la cifra de participación se quedó muy corta para una provincia que suma 206.000 desempleados y tiene el triste récord de contar con la tasa de paro más alta del país: 40,6%. No hay que olvidar que en la provincia hay unos 60.000 hogares con todos sus miembros en paro y la mitad de los desempleados ya no cobra la prestación por desempleo. Los extrabajadores de Delphi organizaron esta marcha para concienciar a la sociedad gaditana de que la Bahía se muere si no hay un tejido industrial que le aporte oxígeno. Este colectivo, que ha protagonizado en los dos últimos meses varias acciones de protesta por sorpresa, no goza de la empatía popular que tuvo cuando cerró la factoría hace ahora, precisamente, seis años. Sin embargo, no ha querido monopolizar la manifestación de ayer con sus reivindicaciones. Al contrario. Los sindicatos convocantes de la manifestación han recabado también el apoyo de otros colectivos para expresar la situación crítica que vive la Bahía y demandar soluciones urgentes tanto al Gobierno central como a la Junta. El caso de los exDelphi es una gota más en el destartalado mercado laboral gaditano. La provincia necesita con urgencia una apuesta firme de las administraciones públicas y, sobre todo, inversiones. La marcha de ayer sirvió, entre otras cosas, para recordar, que la Bahía se muere de pena. Durante su recorrido salió a relucir el cierre y deslocalización de Visteon, el ajuste de Altadis, la clausura de Gadir Solar y el posible desmantelamiento de los astilleros. La marcha quiso destacar con toda su crudeza como la provincia no cuenta en estos momentos con un futuro laboral sólido. No hay expectativas. Los más jóvenes se van al extranjero a buscar trabajo, mientras que la población gaditana pierde fuerza. El modelo económico de la provincia está cimentado en la industria. Si este sector se muere, la Bahía será un cementerio.