Un goteo de miseria que no cesa

Los brotes verdes tardan en llegar y, mientras tanto, el frío de la pobreza se lleva por delante los sueños de miles de gaditanos. Los datos que baraja Cáritas sobre su actividad a lo largo de 2012 son demoledores, pero más graves son las expectativas que maneja para 2013. Esta organización cubrió el pasado año las necesidades básicas de algo más de 8.000 familias gaditanas, lo que supone un incremento de un millar más con respecto a 2011. La situación se hace insostenible en los hogares de la provincia. Unos 60.000 tienen a todos sus miembros en paro, según la última EPA publicada, correspondiente al tercer trimestre de 2012. Cáritas reconoce que la situación, lejos e mejorar, irá a peor en 2013, ya que el mercado laboral de la provincia aún no está preparado para absorber a una parte de sus 204.000 desempleados. Este panorama obliga a las organizaciones sociales a preparar por quinto año consecutivo planes especiales para luchar contra la pobreza en Cádiz. El paro de larga duración ha condenado a 50.000 gaditanos de entre 45 y 65 años de edad, que llevan más de dos años buscando empleo y sin percibir prestación alguna. Este colectivo, en el que hay familias de todos los estratos sociales, concentra la mayoría de las víctimas de la crisis, que acuden a los comedores sociales y a las organizaciones benéficas en busca de ayuda para sobrevivir. Cáritas, Cruz Roja y los Caballeros Hospitalarios se encuentran desbordados por las peticiones de ayuda. Uno de los termómetros que mide la situación crítica por la que atraviesa la provincia es el Banco de Alimentos de Cádiz, que ha gestionado en 2012 casi cuatro millones de kilos de víveres, repartidos a unas 10.000 familias necesitadas. El Banco de Alimentos cuenta con dos almacenes, pero las necesidades aprietan y ya busca la cesión de un tercero.