Un respiro para la industria gaditana

El panorama del sector industrial, y del mercado de trabajo en general, es tan desolador en la provincia de Cádiz que la menor noticia positiva alcanza proporciones de hazaña. Conviene alejarse de los extremos a los que suele empujar la hipersensibilidad social que tantas excusas encuentra. No se trata de anunciar ninguna buena nueva que llevará a miles de gaditanos por la senda del empleo. Se trata solo de un grano de arena pero pese a las cifras que incluye, tiene un gran valor como ejemplo. El anuncio de que la nueva empresa Carbures, especializada en el tratamiento de fibra de carbono, ha llegado a un acuerdo para fabricar piezas para un gigante como BMW supone, simplemente, la confirmación de que el sector de la automoción en la provincia, que tuvo notable actividad hasta hace apenas cinco años, puede resurgir, que puede tener presente y futuro. Esta elección de la mítica fábrica de Bavaria por un fabricante español significa que la tecnología, la capacidad de producción y las infraestructuras de transporte en esta tierra están capacitadas para competir. Será necesario confirmar con datos exactos el anuncio de Carbures y BMW pero ambas partes hablan de miles de piezas, que serán otras tantas de trabajo para muchos operarios. Y queda en el horizonte la posibilidad de que otra firma, norteamericana de origen chino, se instale sobre las ruinas de lo que fue Delphi para volver a fabricar piezas para distintos vehículos. Ese segundo paso, además del más que presivible afianzamiento de Carbures, supondría una esperanza, ya real, para miles de personas y, sobre todo, la recuperación de la autoestima industrial para una provincia que la perdió.