Editorial

Sin deberes para otoño

Zapatero cierra el curso parlamentario bajo la duda electoral y sin planes para la vuelta

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El presidente del Gobierno compareció ayer en el Congreso para dar cuenta a la Cámara del desarrollo del Consejo Europeo del pasado jueves, en el que los miembros de la zona del euro consiguieron un esperanzador acuerdo sobre la financiación del rescate griego. El debate matutino, último del período de sesiones, tuvo la particularidadde que el presidente Rodríguez Zapatero no hizo previsión alguna para la 'rentrée'. Ni proyectos, ni deberes para el otoño. Ni siquiera cuando el portavoz de CiU le instó a que intensificara las reformas estructurales o, si no se veía con fuerzas, a que disolviera el Parlamento y convocara elecciones. Todas las respuestas fueron vaguedades y buenos deseos. La omisión parece indicar que no está tomada todavía una decisión sobre la fecha electoral, y que el presidente y Rubalcaba la acordarán en septiembre, para disolver previsiblemente a finales de ese mes, después de la conferencia política del PSOE y antes de que sea preceptivo presentar al Parlamento el anteproyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado. En este caso, las elecciones serían a finales de noviembre. El Congreso cierra por vacaciones en un momento en que las medidas europeas para un segundo rescate griego no están teniendo la eficacia prevista. La presión sobre la deuda española no deja de aumentar y la prima de riesgo sigue disparada por encima de los 300 puntos básicos. El principal partido de la oposición también se muestra más activo en agitar el clima preelectoral que en otras preocupaciones más prácticas. Ayer no recibió una buena noticia con la encuesta del CIS en la que recoge una sustancial mejora de las expectativas socialistas tras el lanzamiento de la candidatura de Rubalcaba, quien está ya a poco más de siete puntos de Rajoy y le adelanta claramente en la valoración de sus respectivas aptitudes. En suma un inquietante clima de incertidumbre y provisionalidad que debería resolverse cuanto antes para hacer frente a unas amenazas sobre la economía española que lejos de relajarse se agravan.