Los barcos gaditanos no faenan hoy en el caladero marroquí para evitar la confrontación

Los barcos de Barbate y Algeciras se han ausentado hoy del caladero marroquí después de que ayer volvieran a sufrir las presiones de la flota del país vecino. Los palangreros con permiso para faenar en el Estrecho han optado por quedarse allí y exigen una solución rápida ante tal actitud que impide cumplir el acuerdo firmado entre Marruecos y la Unión Europea y hacer uso de sus licencias. Aseguran que en esta última semana “todo han sido pérdidas”.

Los pesqueros se vieron obligados ayer a dejar las aguas norteafricanas tras ser acosados e insultados una vez más sin que las autoridades de Marruecos hicieran nada por garantizar su seguridad y su derecho a pescar en esa zona. Los armadores gaditanos aseguran sentirse “cada vez más abandonados” y señalan que «es más rentable dejar los barcos amarrados que volver a hacer el trayecto para volver con las manos vacías».

Francisco Jiménez, técnico de pesca del palangrero algecireño 'Mis Cachorros', ha asegurado hoy que «no hay ninguna opción». Ha señalado que «donde tenemos permiso no nos dejan y en el Estrecho, que son nuestras propias aguas, nos piden otra licencia». Según ha explicado, «esta semana pasada hemos vaciado el tanque de gasoil y no hemos cogido pesca y ahora viene el mes de la Seguridad Social y no sabemos cómo le vamos a hacer frente». Este pescador ha mostrado su temor a que la campaña pase y termine de vacío tras abonar el importe de las licencias y todo el coste que conlleva salir a faenar cada jornada.

Los pesqueros gaditanos sólo han vivido una jornada de tranquilidad en el caladero marroquí desde que recibieron los permisos. Fue el pasado viernes, que coincidió con el día de rezo, y sólo uno de los barcos del país vecino caló en la zona sin que se produjeran nuevos incidentes.

El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torres, ha asegurado que «siguen las negociaciones» con el Ejecutivo marroquí al que se les está planteando la posibilidad de repartir el caladero para evitar problemas. Sin embargo, los pesqueros gaditanos dudan de la medida, ya que «ellos nos quieren mandar a la parte norte, donde apenas hay pesca y seguiríamos en las mismas».

A lo largo de esta semana estaba prevista la incorporación de los barcos de cerco al caldero y de la flota artesanal de Conil que pasó la inspección técnica en Tánger el pasado fin de semana. Ambos confiaban en que los problemas se solventaran pronto, pero les tocará llegar aún con las aguas revueltas.

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