Zapatero, sentado junto a Solbes sobre una bandera de la Unión Europea. /AP
cumbre del g-20 en washington

Los líderes mundiales acuerdan aumentar el control y la transparencia de los mercados internacionales

El G-20 se compromete a reformar el FMI y el Banco Mundial para dar más voz a los países emergentes

MADRID Actualizado: Guardar
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La cumbre de Washington ha terminado con una serie de medidas para sortear la crisis que está poniendo en jaque la economía y el sistema financiero mundial. Los líderes del G-20 reunidos en Washington se comprometen en el comunicado final a reformar el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) para dar mayor voz a los países emergentes. El presidente de EEUU, George W. Bush, valora que se han logrado avances para solucionar la crisis financiera, pero superarla requerirá aún un tiempo.

De acuerdo con el texto, los líderes de las principales economías del planeta muestran su determinación para trabajar juntos en el restablecimiento del crecimiento económico y reformar el sistema financiero. En este sentido, el comunicado final confirma que la próxima cita se producirá antes del 30 de abril, si bien el 31 de marzo es la fecha límite para que cada país presente sus propuestas para fortalecer la regulación de los mercados y mejorar su transparencia.

Asimismo, el documento apunta que estos esfuerzos estarán guiados por la "fe compartida" en los principios del libre mercado, el libre comercio y la regulación efectiva. Por otro lado, el documento refleja el acuerdo de los líderes del G-20 para adoptar medidas fiscales dentro de un marco fiscal "sostenible" en los países que fuera necesario. De este modo, entre los pasos a adoptar, el texto indica la necesidad de una fuerte supervisión de las agencias de 'rating' y la mejora de la información financiera.

En la línea del discurso de Zapatero

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha propuesto en su discurso políticas fiscales coordinadas globalmente para reactivar la economía y reclama una nueva regulación de los sistemas financieros, con mayor control y transparencia. Zapatero aboga también por una "nueva cultura corporativa" en las empresas para evitar "salarios astronómicos" y beneficios injustificados.

Los asistentes a la reunión han coincidido en que la gravedad de la situación mundial obliga a tomar una acción determinante, y que no podían salir de la cumbre con una simple declaración de intenciones. Por ello, estaban decididos a dar un mensaje de unidad y de acción, con medidas concretas para afrontar la crisis, pese a que existen grandes diferencias entre EEUU y la UE en lo que se refiere a la intervención estatal y la regulación.

La Unión Europea propone que se endurezca la regulación, especialmente en lo que se refiere al funcionamiento de los fondos de alto riesgo y a las indemnizaciones de los altos directivos, algo en lo que Estados Unidos discrepa.

Recuerdos a Obama

La próxima reunión de los líderes de las principales economías del planeta se celebrará en Reino Unido, país que presidirá el G-20, aunque el grupo podría verse ampliado para acoger a España y algún país emergente, tal como ha sugerido el ministro de Exteriores de Brasil, Celso Amorim.

En este encuentro ya estaría presente el presidente electo de EEUU, Barack Obama, que tomará posesión del cargo el próximo 20 de enero y que se ha mostrado más cercano a las políticas de la UE. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha asegurado al salir de la reunión que "el mundo no podía esperar" ante la crisis financiera internacional.

Algunos analistas sostienen que la cumbre pudo celebrarse después de la toma de posesión del presidente electo de EEUU, Barack Obama, el 20 de enero. Pero el titular del Ejecutivo de la Unión Europea mantiene que la grave crisis financiera y económica internacional hacía imprescindible que la reunión fuera ahora. "Fue iniciativa nuestra (europea) el no esperar demasiado, hacerlo tan rápido como fuera posible porque existe un sentido de urgencia", ha afirmado Barroso.