Triste espectáculo en la Diputación

El abandono del Salón de Plenos de la Diputación por parte de los representantes del PSOE y de IU es a todas luces un error. Un gran error. Se trata de un movimiento de ficha premeditado y calculado que obedece a una estrategia de presión al Gobierno provincial que, sin embargo, cuenta con la mayoría absoluta. La portavoz socialista y alcaldesa de Sanlúcar, Irene García, se equivoca con su decisión. Además, se trata de una medida que no goza de las simpatías de algunos miembros de su propio equipo. El error de Irene García radica, precisamente, en el órdago que ha lanzado al advertir en público que su Grupo no regresará al Pleno de la Diputación hasta que el PP cambie su política de empleo. El Gobierno provincial no tiene intención de modificar un ápice su actuación en materia laboral y aclara que tiene consignados 14,5 millones de euros para planes de fomento del empleo. El PP está convencido de que sus actuaciones, aunque le pese al PSOE, darán sus frutos. El propio presidente de la Diputación, José Loaiza, ha respondido a Irene García minutos después de abandonar el Pleno y le aclaró que su Gobierno popular no emprenderá planes de empleo como los realizados durante la etapa de Zapatero que solo servían para «colocar a simpatizantes y enchufados del partido». ¿Qué hará el PSOE y IU si el PP no cambia de actitud? ¿Cuánto tiempo permanecerán vacías las sillas de los diputados socialistas y del representante de IU? El espectáculo vivido ayer en la Diputación resulta lamentable y pone en entredicho las reglas del juego democrático. Un grupo político no puede pegar la espantada de un Pleno y cercenar el diálogo. No valen las excusas de que se ha intentado llegar a un acuerdo por todas las vías. Es preferible seguir denunciando dentro del Salón de Pleno la acción del PP que fuera.