OPINIÓN
La catenaria descolgada
Aunque la vida se desarrolle fuera, las raíces suelen permanecer. Por eso, estas son fechas de comprar billetes para volver a los orígenes
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Iniciar sesiónDecíamos en la pasada columna que a estas alturas del año era habitual que la política y los medios de comunicación hablaran de la Constitución. También es momento de que pensemos en la Navidad y todo lo que le rodea.
Actualmente, un número importante de ... nacidos en la provincia de Cádiz vive fuera, concentrándose en áreas urbanas como Madrid y Barcelona, así como Sevilla y Málaga.
Hay grupos de amigos de la infancia que, casi en su totalidad, han «emigrado», cambiando sus quedadas en el Paseo Marítimo por algún lugar cerca del Parque del Retiro. Un éxodo académico y laboral que no solo afecta a los gaditanos, sino casi a toda España. Es decir, la pérdida de población trasciende el ámbito rural y los sistemas intermedios también la sufren.
Aunque la vida se desarrolle fuera, las raíces suelen permanecer. Por eso, estas son fechas de comprar billetes para volver a los orígenes. Para ver a los de siempre, donde siempre. Sin embargo, si, por ejemplo, gaditanos que viven en Madrid deciden hacerlo para el día 23 —aún quedan casi 15 días—, no encontrarán ya muchos horarios disponibles, y los pocos billetes sobrantes superarán los cientos de euros. El tren vía Sevilla estará, días previos, ya agotado.
En el caso de que consigan finalmente ese billete, el viaje será una ruleta rusa. Retrasos e incidencias frecuentes que, en el último verano, ocurrieron más de 750 veces y, también, este pasado fin de semana, sin ir más lejos. En paralelo, otros medios de transporte también presentarán problemas que llevan tiempo apuntando al Gobierno de España.
Todo eso, además de fastidiar nuestros planes y llegar a provocar situaciones dramáticas a algunas personas, es limitante para que nuestra tierra tenga oportunidades. Para que los que hoy viven fuera, si quieren, puedan volver a desarrollar su proyecto de vida personal. Aunque las ciudades anteriormente citadas también sufran de estos retrasos y averías, si no tuvieran infraestructuras dimensionadas para su población y para su potencial económico y geográfico, no serían lo que son hoy en día.
Nuestra provincia y algunas de nuestras áreas metropolitanas tienen un peso poblacional y estratégico que no se corresponde con el déficit de conexiones que tenemos. Exigir esto es cosa de todos: políticos, más allá de colores, prensa y sociedad civil. Porque la situación no solo no mejora, sino que ha empeorado. No es solo cosa de la alta velocidad o de las carreteras que faltan. La base no está funcionando: una red de cercanías competitiva, servicios que nos unan con otras provincias andaluzas de manera eficaz y actualizada, así como con la capital de España.
Más allá de quienes vuelvan estos días, este es uno de los grandes temas de nuestra tierra. Si no conseguimos arreglarlo, seguirá siendo para el desarrollo de la provincia como esa catenaria que se descuelga y paraliza a cualquier tren en circulación.
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