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Economia

Y aún habrá más subidas de tipos

Trichet está decidido a controlar la inflación, pese a que la medida pueda perjudicar la reactivación de algunos países El BCE eleva el precio del dinero un 0,25% tras haberlo mantenido durante dos años en un 1%

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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La era del dinero barato en la Eurozona llegó ayer a su fin. Por primera vez desde que se inició la grave crisis económica y monetaria mundial, el Banco Central Europeo decidió elevar sus tipos de interés en 0,25 puntos porcentuales, una medida que no sorprendió ni a mercados ni a gobiernos ya que había sido el propio presidente de este organismo, Jean Claude Trichet, quien adelantó hace un mes el alza que el Consejo de Gobierno del banco aprobó por unanimidad.

Como estaba previsto, el BCE siguió el guion trazado el 3 de marzo pasado en Francfort diseñado para anunciar la primera subida del precio del dinero desde que hace casi dos años, en mayo de 2009, quedara establecido en su mínimo histórico del 1%. La medida está destinada a combatir la presión inflacionaria que amenaza la estabilidad de los precios en los 17 países miembros de la zona euro.

Pero Trichet tenía, además, reservada una nueva sorpresa. El banquero francés señaló que la «orientación de la política monetaria» del BCE seguía siendo «acomodaticia», una expresión confusa que, sin embargo, deja abierta la puerta para nuevas alzas de los tipos en el transcurso de este año. «La política monetaria sigue siendo acomodaticia y, por lo tanto, sigue prestando un apoyo considerable a la actividad económica y la creación de empleo», dijo el presidente del instituto emisor europeo en la declaración introductoria a la conferencia de prensa mensual. «Los últimos datos económicos confirman que el impulso subyacente de la actividad económica sigue siendo positivo, pero la incertidumbre también sigue siendo alta».

Después de insinuar que el BCE dejaba la puerta abierta para nuevas alzas, Trichet puso énfasis en aclarar que su Consejo de Gobierno no había adoptado esta subida como la primera de una serie de próximos incrementos. «No hemos decidido si este es el comienzo de una serie de alzas», dijo el banquero, «pero todos ustedes conocen cuál es nuestra doctrina. Siempre hacemos lo que consideramos necesario para mantener la estabilidad de precios en el medio plazo. Así que puedo confirmarles que haremos todo lo necesario para mantener esa estabilidad de precios».

Trichet subrayó que los riesgos para la estabilidad de precios seguían apuntando al alza y que su institución estaba decidida a vigilar «muy de cerca» todo los acontecimientos con respecto a esos riesgos, expresión que en el pasado reciente significaba que el banco podía aplicar un ajuste en los tipos un mes después de ser pronunciada. «Nuestra decisión contribuirá a mantener las expectativas de inflación en la zona euro firmemente ancladas en niveles compatibles con nuestro objetivo de mantener la inflación en tasas inferiores, aunque próximas, al 2%. Dicho anclaje es un requisito previo para que la política monetaria pueda contribuir al crecimiento económico de la zona euro», insistió Trichet, justificando así por adelantado los próximos pasos que pueda dar en este sentido.

El BCE no había subido los tipos desde julio de 2008 y en mayo de 2009 alcanzaron su nivel histórico más bajo, en el 1%, que se mantuvo hasta ayer. Una medida que ayudo a dinamizar la economía en la Eurozona aunque no evitó que países como Grecia, Irlanda y Portugal hayan sucumbido a los efectos de la crisis global.

Críticas de los expertos

Precisamente, la decisión de subir los tipos en este momento, cuando aún hay varios países de la moneda común -entre los que se encuentra España- cuyo crecimiento económico no acaba de despegar, ha suscitado críticas entre numerosos analistas, que la consideran precipitada y perniciosa. Las razones que esgrimen son fundamentalmente tres: a pesar del alza de precios en los últimos meses -principalmente del petróleo y otras materias primas- no ven riesgos inflacionistas, el euro sigue fortaleciéndose frente al dólar y las divisas de sus principales socios comerciales, y aún persisten las dudas y las tensiones sobre la deuda de algunos países de la periferia de la Eurozona.

Con respecto a estos países, el banquero señala que las medidas del BCE para combatir la presión inflacionaria beneficiaban a todos, incluidos «aquellos que lo están pasando peor», dijo.

Con respecto a España, Trichet señaló que Madrid había hecho muchas cosas y que aún tenía cosas por hacer, como aplicar reformas en el ámbito laboral, para recuperar la confianza de los mercados.