David R. S. de 20 años es el supuesto autor de la muerte de Mercedes Tello. :: M. GÓMEZ
Ciudadanos

Los tres detenidos por el crimen de Guillén Moreno declararán mañana ante el juez

Todos los acusados cuentan con antecedentes penales y está previsto que pasen a disposición judicial mañana. El arresto de otro presunto cómplice y la confesión de El Kiki esclarece la muerte de Mercedes Tello

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Un crimen de manual, lleno de crueldad y chapuzas resuelto en tiempo récord. A falta de la única palabra real y válida, la de un tribunal, el asesinato de Mercedes Tello Cela, de 56 años, en la noche del pasado domingo, quedó completamente resuelto para la Policía en la mañana de ayer. Habían pasado menos de 48 horas desde que fuera descubierto el cadáver acuchillado de la víctima, en la mañana del lunes, cuando los funcionarios dieron el caso por cerrado.

Los investigadores cuentan, desde ayer, con la detención o la declaración de todos los presuntos autores o colaboradores, tres; el relato del suceso, coincidente entre los implicados, además de decenas de pruebas directas incriminatorias que corroboran sus testimonios. Por si fuera poco, la confesión del supuesto autor material de la muerte.

Los detenidos son tres y fuentes de la investigación creen que no habrá más. El tercer inculpado fue detenido ayer, en la acera de la avenida Juan Carlos I que apenas dista 200 metros de la esquina en la que vivía y murió Mercedes Tello. Este último posible implicado es un hombre de 44 años (José R. M.) apodado 'El Púa' o 'El Puíta', con 17 antecedentes penales. Su domicilio, en la calle Alfonso Aramburu número 4, fue registrado en su presencia y la de un secretario judicial mientras, al otro lado de la avenida, al mismo tiempo, se producía la inspección de la vivienda del presunto autor de la muerte.

Al tercer y último detenido se le imputaría la receptación del material robado en el piso y un posible encubrimiento por conocer los hechos y a su presunto autor. Ese supuesto asesino es David R. S. con cinco antecedentes penales, que responde al apodo de 'El Kiki', de 20 años, vivía en el mismo edificio de la víctima, en Cal y Canto número 7. Compartía piso con su tía una planta más abajo que la víctima. El Kiki fue detenido, en primer lugar, a las 19.20 horas del martes, cuando estaba en la calle, camino de su casa. La Policía le esperaba con una pila de pruebas en su contra. En apenas unos minutos de declaración, confesó la autoría del crimen y admitió que su propósito era robar en la vivienda.

Apenas dos horas después, a 150 metros de la misma calle, del escenario del crimen, era interceptado Juan Jesús M. F. con el sobrenombre de 'El Pucherito'. También de 20 años y amigo de El Kiki, es discapacitado (tiene una cojera severa en la pierna derecha). Tiene un antecedente penal por daños. Habría ejercido alguna tarea de vigilancia o colaboración. La Policía sospecha que acompañó a El Kiki a la vivienda de Mercedes Tello, aunque duda de que entrase. Pudo permanecer en el portal o en la escalera para 'dar el agua' (avisar si llegaba alguien mientras se perpetra un delito). La Policía también prevé que se le impute encubrimiento por su posible conocimiento de los sucesos.

Las declaraciones de los tres detenidos, sin aparentes contradicciones, el reguero de pruebas que han dejado y la reconstrucción del crimen sirvieron ayer para confirmar la sucesión de presuntos hechos que será presentada ante el juez. Las inspecciones de las viviendas de dos de los acusados, El Kiki (presunto autor material) y El Púa, eliminaron las últimas dudas. Estas visitas se realizaron entre gran expectación, entre cámaras y cientos de curiosos, entre las 12.20 y las 13.50 horas de ayer.

Relato del crimen

Este último paso de la investigación sirvió para confirmar la sucesión de los hechos. El Kiki habría llegado a casa de Mercedes Tello el domingo por la noche. Sabe que está sola. Su marido, de viaje en Madrid. Ella lo habría comentado en un círculo de confianza al que el supuesto asaltante tenía acceso. El Pucherito le esperaría fuera, quizás sin conocer sus intenciones.

Ella le abre, le conoce de toda la vida. Él le ha hecho recados, le ha subido comida preparada por su tía o su abuela fallecida (con las que se ha criado y siempre ha vivido). Va desarmado. Entra con la intención de pedir dinero u objetos con los que alimentar una incipiente drogadicción. Ella es una mujer solidaria, colaboradora, con una posición algo desahogada en un barrio de estrecheces. Prejubilada, sin hijos, con vida social. Un objetivo.

Discuten. El joven se hace con un cuchillo en la cocina de la víctima, forcejean durante minutos. Finalmente, las puñaladas van apagando la resistencia de Mercedes. Hay numerosas heridas defensivas, en los brazos. Llegan las cuchilladas mortales. En la tráquea, en el tórax, la mandíbula rota. La hoja del cuchillo, también. Los dos perros de la casa ladran, el atacante en un charco de sangre alcanza a robar lo que puede en varios minutos. Una televisión de plasma y algunos objetos pequeños de posible valor. Sale por piernas.

Según la investigación, ese botín se lo habría llevado a El Púa, el último detenido, ayer, con numerosos antecedentes, para que se los cambie por algo de dinero. 30 euros por el televisor. Calderilla por el resto.

Está previsto que El Kiki, El Pucherito y El Púa pasen mañana a disposición judicial. El magistrado dictaminará, previsiblemente, el ingreso en prisión incondicional del primero.