Juan Jesús M. F., alias 'El Pucherito', tras su detención en la tarde del martes. :: ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

«Se deja llevar pero ha sido el que menos tuvo que ver»

El hermanastro de El Pucherito, detenido el martes como posible colaborador, intercede en favor del supuesto colaborador

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Un joven con cresta y gafas de sol se dirigió a los cámaras y redactores de los medios de comunicación que esperaban la llegada de El Kiki al escenario del crimen. Se presentó como Selu y aseguró que es hermanastro de El Pucherito, el joven de 20 años detenido en segundo lugar, en la noche del martes, como presunto colaborador, encubridor o cómplice del asesinato de Mercedes Tello.

Selu aseguró que su hermano es un chico con dificultades físicas, que «siempre se deja llevar», defendió que «pague lo que tenga que pagar si ha hecho algo», pero aseguró que confía en su inocencia: «Si ha ha hecho algo, ha sido el que menos ha tenido que ver. Lo que pasa es que se deja llevar por los demás».

Selu, ante varias cámaras que le grababan, dejó caer detalles de su vida familiar, de un padre que no está en condiciones de hacerse cargo de la familia y de hermanos o hermanastros que cuidan de otros. Intentan protegerles o guiarles, pero no pueden.

Sin quererlo, el familiar de El Pucherito aportó una de las claves para definir a los dos jóvenes detenidos el martes.

El Kiki también es miembro de una familia desestructurada. Sus vecinos relataban ayer que su padre y su madre se hundieron en la droga hace muchos años. Su abuela y su tía, vecina y amiga de la víctima del apuñalamiento, se hicieron cargo de su educación y de la de sus hermanos.

El presunto y confeso autor de los hechos ha vivido siempre a cargo de ellas. Cuando falleció la primera, la segunda pasó a ser la cabeza de familia. Según estos testimonios de residentes en el mismo edificio, El Kiki tampoco mostraba un carácter demasiado conflictivo hasta hace un par de años.

Con el fracaso educativo tan frecuente en la zona, empezó a buscarse la vida con pequeños encargos. Una de las tareas que hacía era, como su amigo El Pucherito, ir por los recados a mujeres que no podían acudir al supermercado o a las tiendas. Entre ellas, atendió a Mercedes, su supuesta víctima, que le conocía desde bebé. Era una colaboración a cambio de algunos euros. A partir de 2008, el supuesto autor material de los hechos, empezó a coquetear con las drogas, con las malas amistades que, aunque no sean omnipresentes, aún son demasiado fáciles de encontrar en los parques que rodean Guillén Moreno. Siempre tuvo cerca todos los fantasmas posibles en una zona marginal. Aparecen las primeras detenciones por robo.

Algunos vecinos afirman que empezó a volverse peligroso, a ser uno de los jóvenes que intimidan a sus vecinos.

Al parecer, Mercedes nunca le vio así. Le recordaba como el sobrino de su vecina y amiga de abajo, el chico que le había subido comida ya preparada en cientos de ocasiones, como muestra de gratitud por otros favores intercambiados entre ambas plantas. Se ayudaban en las dificultades familiares y cotidianas.

Muchos de los que conocían al primer detenido y a la fallecida hablaban ayer de «desagradecimiento», de incomprensión ante la brutal reacción de El Kiki con una mujer a la que había conocido desde que tuvo uso de razón.

La relación entre la mujer apuñalada y la familia del posible autor era muy estrecha. La tía de David, 'El Kiki', su madre a efectos prácticos, ayudó a Mercedes, cuando tuvo a su madre enferma en casa. Esa vecina otra afectada, para siempre, por lo sucedido.