CARTAS A LA DIRECTORA

El valor de La Janda

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El valor especial y único de La Janda consiste en sus hermosas paisajes, su litoral que, diferente al litoral Mediterráneo de Andalucía, no ha desaparecido detrás del hormigón. Los visitantes de la zona vienen, desde hace décadas, para disfrutar de la naturaleza, de la tranquilidad, de vistas sin edificios delante, de sentirse lejos de la civilización, lo que les permite encontrarse a sí mismo. Los que conocemos el estrés que nos causa la «civilización» de las grandes urbes sabemos valorar la naturaleza intacta.

Con gran tristeza y desilusión veo que los españoles, y en especial los andaluces, no han aprendido lo que otros pueblos en todo el mundo han descubierto ya desde hace unas décadas: si empezáis a destruir la riqueza natural que tenéis, si la reemplacéis por instalaciones de «ocio turístico», para que funcionen durante unas pocas semanas en el año, vais a perder vuestra verdadera riqueza. Vais a perder el turismo nacional y europeo que viene fuera de la temporada, porque nadie quiere estar en urbanizaciones fantasmas como las del Novo Sancti Petri o Costa del Golf. No hay demanda para aquella densidad urbanística de adosados y apartamentitos sin zona verde, declaradas «exclusivas» o «lujo». Mirad cuántas viviendas «de lujo» ni siquiera se venden, bajando su precio a la mitad. ¡Porque no hay demanda!

¿No habéis aprendido, con la crisis del ladrillo, que hay que estudiar tendencias a medio y largo plazo, que hay que estudiar la demanda? ¿No habéis entendido que mientras que no se venden los más de un millón de viviendas deshabitadas, los precios no van a subir? Ni van a subir en los próximos 10 años, no van a subir mientras que la oferta supere tanto la demanda. Los expertos advierten: vuestros planes son un concepto anticuado que ha dejado de funcionar, las inversiones no van a ser rentables (todo lo construido alrededor de Conil en los últimos cinco años ha perdido considerable de valor) y la verdadera riqueza, las buenas energías, la amplitud, la naturaleza semi-intacta perdidas para siempre. Esperamos que no sea demasiado tarde para dar marcha atrás, para no poner en realidad este POT nefasto, abusivo y destructor de la riqueza.