comunicado de la organización terrorista

ETA declara un alto el fuego «permanente y verificable» pero advierte de que no tiene intención de disolverse

La organización reclama además el cese de las detenciones de activistas por parte de Francia y España

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No ha habido sorpresas, si acaso decepción. ETA vuelve a condicionar su fin a una negociación política. La banda, a través de un vídeo en castellano y en euskera y un comunicado (en castellano, euskera e inglés), declara un alto el fuego “permanente y de carácter general que puede ser verificado por la comunidad internacional”. Nada más. Ese exclusivamente, y así lo recalcan los terroristas, es el único “compromiso firme” de ETA para –en palabras de la banda- buscar un “proceso de solución definitivo” a fin de conseguir el “final de la confrontación armada”. En ese proceso, la organización armada se arroga la potestad de imponer sus condiciones para llegar a la paz.

El esperado comunicado no hace mención alguna a la desaparición o disolución de la organización terrorista. Es más, la banda apunta a que no tiene intención de ‘echar el cierre’ a corto o medio plazo. Así, advierte de que “ETA no cejará en su esfuerzo y lucha por impulsar y llevar a término el proceso democrático, hasta alcanzar un verdadera situación democrática en Euskal Herria”.

Los terroristas, tal y como le reclamaba la izquierda abertzale, ni siquiera llegan a los mínimos que había planteado el denominado ‘acuerdo de Gernika’ suscrito en septiembre por una treintena de agentes políticos y sociales independentistas vascos en el que exigían a la banda que su tregua fuera “unilateral”. Esa palabra no aparece en ningún momento en el texto que la banda ha hecho público este lunes, si bien la declaración lleva fecha del pasado sábado, el mismo día en el que decenas de miles de personas se manifestaron por las calles de Bilbao en apoyo de los presos de ETA y pidiendo su acercamiento al País Vasco.

En realidad, el comunicado conocido hoy sólo aporta un matiz inesperado: ETA califica su alto el fuego de “general” frente a la declaración del pasado 5 de septiembre en el que la banda anunciaba su decisión de “no llevar a cabo acciones armadas ofensivas”. Esa palabra, “general”, podrían apuntar a que los terroristas se comprometen, ya no sólo a no matar, sino a cesar en sus actividades de reabastecimiento en Francia, a la organización de futuros comandos o a la interrupción del cobro del denominado ‘impuesto revolucionario’, el chantaje a empresarios vascos y navarros, que no ha cesado en los últimos meses a pesar de la tregua de septiembre. No obstante, sólo los hechos desvelaran el alcance exacto de ese término, “general”.

Cuatro condiciones

ETA, además, condiciona abiertamente el fin de la violencia al cumplimiento de una lista de cuatro requisitos, que el propio comunicado enumera en forma de puntos y que la banda presenta como irrenunciables, aunque no use ese término. El primero es que ese “proceso democrático” debe superar la “negación y vulneración de derechos” y recuerda que el “núcleo del conflicto político ” son la “territorialidad”y la “autodeterminación”.

El “reconocimiento de Euskal Herria” y de su “derecho a decidir”, “incluida la independencia” aparecen como otro punto en esa hoja de ruta que fija ETA de manera unilateral. Según la banda deben ser los “agentes políticos y sociales vascos” los que logren esos acuerdos para el “reconocimiento de Euskal Herria”. Al menos, explican los analistas antiterroristas, ETA no se incluye entre los “agentes” que deberían sentarse en una mesa de negociación, como sí hizo en anteriores comunicados.

La banda, como tercer punto, incluye, sin citarlo, la convocatoria de un referéndum para la autodeterminación. “La ciudadanía vasca debe tener la palabra y la decisión sobre su futuro, sin ningún tipo de injerencia ni limitación”.

El último condicionante es el “compromiso” de “todas las partes” para reconocer esos “acuerdos y decisiones” de la “ciudadanía vasca”, “estableciendo las garantías y mecanismos necesarios para su implementación”.

Fin a las medidas represivas

La banda terrorista, que vuelve a definirse como “organización socialista revolucionaria vasca”, presenta esta declaración como fruto de los movimientos “internacionales” y de “agentes políticos y sociales vascos” que reclaman una “solución justa y democrática al secular conflicto político”. En particular, los pistoleros citan expresamente las declaraciones de Gernika y de Bruselas. En esta última, firmada en septiembre pasado, personalidades internacionales reclamaron a ETA “un alto el fuego permanente y completamente verificable”.

Así, la banda presenta su nuevo alto el fuego como fruto de esas peticiones de colectivos nacionales e internacionales, con las que dice “coincidir” en que “la solución llegará a través de un proceso democrático que tenga la voluntad del pueblo vasco como máxima referencia y el diálogo y la negociación como instrumentos”, apostilla.

“Es tiempo de actuar con responsabilidad histórica” y en ese contexto ETA reclama a España y Francia “para que abandonen para siempre las medidas represivas y la negación de Euskal Herria”, en clara referencia a que la banda espera que su “alto el fuego” sea respondido por la inactividad policial por parte de ambos países.