Los etarras detenidos el martes tenían como objetivo a policías y funcionarios del Estado en la localidad de Irún

Los tres miembros de ETA detenidos la noche del pasado lunes al martes en la localidad guipuzcoana de Usurbil --Patxi Uranga Salbide, Olatz Lasabaster Anza y Ainara Vázquez Martínez-- tenían como objetivo a miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y funcionarios de la localidad de Irún (Guipúzcoa), según desvela el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.

En el auto por el que decreta el ingreso en prisión incondicional de Uranga y Lasabaster, a los que acusa de la comisión de delitos de integración en organización terrorista, y de Vázquez, a la que imputa pertenencia o colaboración, el magistrado precisa, además, que formaban un grupo autodenominado 'Mikelats' que se encontraba bajo las órdenes de Garikoitz Aspiazu, alias 'Txeroki'. Fueron detenidos a partir de una investigación relacionada con una de las furgonetas utilizadas por Jurdan Martitegi, uno de los jefes del 'comando Vizcaya', parte del cual fue desarticulado el pasado verano.

Órdenes de 'Txeroki' en un pen-drive

Según especifica el juez en el auto, el objetivo de los etarras era "realizar una serie de atentados por medio de explosivos facilitados por miembros de la organización terrorista contra diferentes objetivos de la misma, entre los que se encontraba un funcionario de los cuerpos y fuerzas de seguridad de Irún". Garzón añade que la información concreta sobre las posibles víctimas fue suministrada por 'Txeroki' en un pen-drive a Uranga y Lasabaster entre los días 19 y 20 de septiembre de 2008 en la localidad francesa de Vieux Boucaux Les Bains, en un apartamento del hotel Maeva Le Boucanier.

La entrega se produjo con ocasión del "cursillo" sobre explosivos que les impartió Aspiazu en Francia, añade el magistrado. El pen-drive se encuentra pendiente del correspondiente análisis pericial para extraer los datos que contenga. El juez aclara que la captación de los miembros del grupo se produjo en el año 2007. El primero en incorporarse a la banda terrorista fue Uranga, que propuso la integración a su compañera sentimental Lasabaster.

El magistrado agrega que las detenciones se produjeron ante el peligro de que el grupo consiguiera finalmente hacerse con los explosivos que reclamaba. "El material explosivo, debidamente preparado podría haber provocado múltiples muertes, daños o estragos", dice Garzón.