Spanair anuncia que «nunca hará públicas» las grabaciones del vuelo siniestrado en Barajas

Los familiares de las víctimas del avión de Spanair siniestrado el pasado miércoles en Barajas nunca podrán conocer las conversaciones de los pilotos grabadas en las cajas negras del aparato MD 82. El subdirector de la compañía aérea, Javier Mendoza, ha explicado que están sometidas a "un código de confidencialidad" al cerca del centenar de familiares reunidos en el Hotel Auditorium de Madrid, a quienes ha mostrado unas diapositivas de cajas negras y croquis sobre su ubicación en un avión de las características del siniestrado.

Mendoza, quien ha insistido en que "las grabaciones nunca se harán públicas", ha especificado que los pilotos aceptan que se graben todas sus conversaciones dentro de la cabina, pero bajo un estricto compromiso de confidencialidad que no puede romperse salvo, como es el caso, investigar un accidente y ha apelado a la comprensión de los familiares. El subdirector ha precisado que únicamente servirán para avanzar en las investigaciones de la comisión creado a tal efecto por Aviación Civil y el Juzgado de Madrid encargado del caso.

Ante las preguntas de los asistentes, Mendoza no ha podido añadir ningún detalle técnico del accidente ya que, ha asegurado, toda la información obra en poder de la comisión, aunque ha negado que el combustible de avión hubiera sido rebajado con agua y ha aseverado que no existe ningún protocolo que lo permita. También ha apuntado que Aviación Civil se ha comprometido con Spanair a ir colgando en su página web los datos "más novedosos" de la investigación que pueden irse haciendo públicos.

Agonía por la identificaciones y la evolución de los heridos

El ánimo de la cuarta reunión que la compañía ha mantenido con los familiares ha estado marcado por la angustia ante el retraso en las identificaciones de los cadáveres. Cuatro días después del fatídico accidente, aún quedan por identificar 86 de los 154 cuerpos. Un proceso que, según ha reconocido el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, "está costando más" de lo previsto.

La misma agonía de la espera es compartida por los familiares de los heridos en el accidente. Hoy se ha conocido que Gregoria Mendiola Rodríguez, ingresada en el Hospital Ramón y Cajal, se encuentra en estado "muy grave" y podría no despertar de un coma "irreversible", según ha explicado el director general de Hospitales de Madrid, Antonio Burgueño. Los médicos temen por la vida de esta paciente, de nacionalidad colombiana y madre del pequeño Alfredo Acosta, de 8 años, que se recupera en el centro hospitalario Niño Jesús.

La mujer, que ha perdido a su marido en el accidente, sufre traumatismo craneoencefálico severo y diversas heridas, por lo que se encuentra sedada, intubada e hemodinámicamente estable en la Unidad de Cuidados Intensivos. Así, el último parte médico establece que dos de los 18 heridos del accidente aéreo continúan con pronóstico muy grave, otro más sigue grave, y tres personas están estables dentro de la gravedad, mientras los demás evolucionan favorablemente.

Spanair avala la formación del piloto

Al principio de la reunión, el directivo de Spanair ha transmitido las condolencias de su compañía a los familiares de la última víctima mortal del accidente, María Luisa Estévez González, de 31 años, que permanecía ingresada en el hospital La Paz con quemaduras en el 72% de su cuerpo. "Nuestra obligación ahora es comunicarnos con vosotros", ha asegurado a las familias el portavoz del gabinete de crisis de Spanair, Héctor Sandoval, quien les ha garantizado que el piloto de la aeronave siniestrada estaba perfectamente formado.

Para explicar el proceso de preparación de los pilotos ha estado presente en la reunión el comandante Javier Muela, que también es director de operaciones de Spanair. Muela se ha respaldado en sus muchos años como piloto para sostener que no tiene la certeza de que el comandante del avión MD-82 apurase la pista de despegue, la maniobra "más crítica" del proceso. Según ha explicado, es posible que el piloto recorriese todo el trayecto que necesitaba en ese momento dada la velocidad que llevaba el aparato, que viene determinada, en gran medida, por la temperatura exterior y el peso del avión.

Los familiares de las víctimas han comenzado a recibir los enseres de los pasajeros del avión siniestrado y una compañía internacional especializada en este tipo de catástrofes ha sido contratada por Spaniar para cumplimentar el proceso. A lo largo del día de hoy, tres familias han acudido al cementerio de La Almudena para la recepción legal de los cuerpos de sus allegados. En el lugar continua el despliegue de efectivos de la Policía Nacional, Policía Municipal, SAMUR Social y SAMUR Protección Civil.