Las fuerzas policiales reprimen los disturbios provocados por un grupo de manifestantes opositores en Kenia. /EFE
del pasado 27 de diciembre

Un informe de la Commonwealth pone en duda la validez de las elecciones en Kenia

La violencia continúa en el país, donde hoy han muerto al menos siete personas en Nairobi por enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales

LONDRES Actualizado: Guardar
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Cuando se va a cumplir un mes de la crisis post-electoral en Kenia, donde tanto los observadores internacionales como la oposición han puesto en duda la credibilidad del escrutinio que ha dado la victoria al presidente Kibaki, el secretario general de la Commonwealth, Don McKinnon, ha divulgado un informe sobre los comicios que concluye que las elecciones del pasado 27 de diciembre no cumplieron la normas internacionales.

El documento, elaborado por el llamado Grupo Observador de la Commonwealth -manconunidad británica de naciones-, concluye que la Comisión Electoral de Kenia no ha demostrado "la integridad del proceso de recuento (de votos)", por lo que "la validez del resultado de las elecciones queda en duda". Con estos datos, el grupo ha determinado que el proceso posterior al cierre de las votaciones no cumple las normas internacionales.

El secretario general se ha declarado "profundamente triste" por los "horrorosos incidentes de violencia" ocurridos tras los comicios en Kenia, que forma parte de los 53 países que integran la Commonwealth. "Eso -ha indicado McKinnon- subraya la importancia de garantizar que la integridad de todo el proceso queda fuera de duda y muestra la consecuencias de cuando se percibe una falta de confianza". "Lo que ahora es vital", ha sentenciado, "es que los partidos se reúnan para encontrar una solución a este grave problema".

Mientras tanto, la violencia continúa en Kenia, donde al menos siete personas han muerto hoy en una barriada pobre de las afueras de Nairobi por enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales, según ha denunciado la oposición keniana. Las muertes han ocurrido en el barrio de Mathare, uno de los bastiones políticos del opositor Movimiento Democrático Naranja (ODM), que también ha indicado que desde finales de diciembre han muerto unas mil personas por los disturbios políticos registrados en Kenia.

La crisis política desata la violencia

Kenia atraviesa una tensa crisis política desde las elecciones del 27 de diciembre, cuyos resultados oficiales dieron la victoria al presidente en ejercicio, Mwai Kibaki, de la tribu mayoritaria kikuyu. Sin embargo, observadores internacionales han puesto en duda la credibilidad del escrutinio, mientras la oposición, de la tribu lua, asegura que Kibaki se mantiene en el poder gracias a un millón de votos fraudulentos y ha pedido la repetición de las elecciones.

Los fuertes disturbios que se han sucedido en el país derivan de las protestas organizadas por la oposición, reprimidas de forma sangrienta por las fuerzas de seguridad, que a su vez desembocaron en asesinatos de miembros del grupo étnico del presidente Kibaki.

Entre estos crímenes causó especial consternación la quema de una iglesia el pasado 1 de enero en la localidad de Eldoret, al oeste de Nairobi, en la que fallecieron al menos 35 personas, la mayoría niños y mujeres de la etnia kikuyu, la más numerosa del país.