¿Por qué no Aeropuerto de Jerez-Cádiz?

Principios de octubre. Termina la temporada alta turística en Cádiz, se acaban las prisas del lleno completo de este destino de sol y playa y es buen momento para reflexionar, sopesar ventajas e inconvenientes, fallos y oportunidades, para seguir mejorando.

Con esta intención LA VOZ ha organizado este primer laboratorio de ideas de Turismo enmarcado en el ciclo Cádiz es Futuro, patrocinado por Fundación Cajasol, Fundación Cruzcampo, Hidralia, Unicaja y Viesgo.

En el primer encuentro han participado: la directora de Baleares Consignatarios en Andalucía, Gema Rosso; el presidente de Apemar, dueño de Cadiship y cogestor de las terminales de pasajeros del puerto de Cádiz, Emilio Medina; el presidente de la patronal hotelera en Horeca y copropietario de la cadena de Hoteles Andaluces con Encanto (HACE), Stefaan De Clerck; la empresria gaditana de APP Guideo, Nadia Cervera;y el director del Parador Hotel Atlántico de Cádiz, Eduardo Oriola.

Sus aportaciones, además de novedosas, son claves para el desarrollo a medio plazo del sector turístico de la provincia. En sus manos expertas está parte de este negocio del que viven directamente más de 33.000 gaditanos (afiliados a la seguridad social e incluyendo autónomos, según los datos del estudio Argos de la Junta de Andalucía) y del que depende la marcha de la economía de todos.

El primero en aportar, el fundador de Cadiship y representante del sector marítimo de la provincia, Emilio Medina, quien adelantó que los empresarios de Cádiz están trabajando «desde hace varios meses» con navieras internacionales para que este puerto se dedique al embarque parcial del pasaje de grandes cruceros. Ya hubo un intento fallido cinco años atrás.

En mayo de 2010, la naviera Iberocruceros fracasó en su oferta de Cádiz como puerto de embarque. «En aquella ocasión se quivocaron con la elección del barco. No era el apropiado para una travesía por el Atlántico y el cliente lo rechazó», apunta la gerente de Baleares Consignatarios en Cádiz, Gema Rosso. Además, en aquel año la ciudad aún no disponía de las dos nuevas terminales de pasajeros en el puerto que ofrece ahora.

Pero los empresarios insisten en que es posible rentabilizar el embarque de pasajeros y que la zona acoja a cientos de visitantes antes de iniciar un crucero, que no sólo vengan paso en una escala de un día.

Apuntan que se puede lograr este embarque parcial planificándolo con dos años de antelación, como hacen las navieras sus programaciones. Medina encontró en su última reunión con P&O y la Cunard, celebrada recientemente en Southampton (Reino Unido), mejor predisposición a hablar de este destino, «cuando supieron que teníamos un nuevo puenteque acorta distancias con el aeropuerto de Jerez». Entonces, comenzaron a mirar con otros ojos la propuesta del empresario gaditano. «A esto nos referimos cuando decimos que el nuevo puente es un revulsivo para la inversión y la apuesta por la Bahía», sentencia Medina.

Sólo parcial

«En el puerto de Cádiz tenemos una terminal de pasajeros relativamente pequeña que se colpasa con 400 personas. Tenemos que luchar por ser puerto de embarque parcial, no puerto base, porque no podemos ofrecer servicio a más de medio millar de personas. Pero para el embarque parcial estamos totalmente preparados», apunta la consignataria Gema Rosso.

Los hoteleros presentes en la mesa, tanto el presidente de la patronal, Stefaan De Clerck, como el director del Parador de Cádiz, Eduardo Oriola, apuntan que tampoco la disponibilidad de plazas hoteleras tampoco sería un problema, «siempre y cuando se lance la propuesta para temporada baja, porque en verano tenemos todo ocupado con el viajero de sol y playa», sentencian.

De hecho, este otoño de 2015 es un hito para el sector; es la primera vez que los hoteles de playa, especialmente de Conil y Sancti Petri, alargarán su temporada de apertura hasta el 26 de noviembre, en lugar de hasta el 5 de noviembre, gracias a una apuesta del touroperador TUI por esta zona frente a otros destinos menos seguros del Mediterráneo oriental.

De Clerck aprovecha la reunión para reivindicar una imagen de marca contundente que se entienda y localice fácilmente en todo el mundo y propone, como ya viene haciendo su padre desde hace años sin éxito, que se comercialice la marca ‘Cádiz, dos mares’ para ubicar a esta provincia en el imaginario del viajero internacional, donde está, entre el Atlántico y el Mediterráneo. De Clerck insiste en que hay que venderse fuera de una manera reconocible en todos los idiomas y culturas. Aquí se abre un paréntesis para el tema de las nomenclaturas, incluida la del aeropuerto de Jerez, que siempre levanta ampollas entre unos y otros.

Polémica nomenclatura

En esta cuestión todos están de acuerdo en que la mayor infraestructura en comunicaciones de la provincia debería aparecer en los buscadores de internet cuando se ponga las palabras clave: ‘aeropuerto’ y ‘Cádiz’. No hablan de cambiarle el nombre al aeródromo jerezano de La Parra, sino de que se le añada ‘Cádiz’ para facilitar la localización internacional. «Para colmo de males, la abreviatura de nuestro aeropuerto es XRY, por Xerry, algo que fuera de aquí no entiende nadie. Así es imposible que la gente entienda que este aeropuerto es de esta provincia», sentencia Medina.

La batalla de Nadia Cervera, fundadora de la firma APP Guideo, especializada en guías turísticas a través de aplicaciones informáticas, es otra. Más pegada a las necesidades del pequeño empresario, Cervera reclama concienciación ciudadana. «Desde la Asociación de Empresas Turísticas de Cádiz (AETC) estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance por formar a jóvenes estudiantes, aportándoles datos reales sobre el sector para que conozcan la realidad y no se queden sólo con los rumores», apunta Nadia Cervera.

E incidió en que las administraciones deberían ir más de la mano de los pequeños empresario o, al menos, no contraprogramar sus actividades. Con esto se refiere a que si una administración quiere realizar una visita guiada para un día concreto o una ruta más estable, y ya hay firmas locales que lo están haciendo, que se recurra a ellas en lugar de ofrecerlo por su cuenta, «compitiendo con la propia oferta privada».

De Clerck insiste también en la idea de que este sector en particular y la provincia en general han vivido siempre de espaldas al mar «y ya es hora de que nos demos la vuelta». La marca de ‘Cádiz, dos mares’ no debería ser sólo un eslogan, apunta Cervera, sino dotarla de contenido, con una oferta turística específica. Stefaan De Clerck apunta aquí que en Badalona ya ofrecen la posibilidad de «nadas con atunes, un producto turístico que te quitarían de las manos». De Clerck apunta como ejemplo de gestión el Algarve portugués, «donde no ponen tantas pegas para atracar barcos, ni para volar en avioneta, ni para otras muchas cosas».

Todos coinciden en subrayar que Cádiz es «una gran sorpresa» para el visitante y que esto debe cambiar, debe darse a conocer «como lo que es, la verdadera Andalucía, su auténtico modo de vida. Si vas a la Costa del Sol, no sales de un resort lleno de compatriotas alemanes o ingleses. Pero no sabemos vender esto», sentencia.

Oriola apunta que jamás debe decaer la promoción turística en ferias, que es fundamental, así como que se busquen inversores para nuevos alojamientos en la capital. «Yo mismo he enseñado el Campo de las Balas a varios inversores porque pienso que es bueno para todos que aumente la oferta, se produciría un efecto llamada», asegura el director del Parador.

Emilio Medina y Gema Rosso vuelven a centrar el debate en el puerto de Cádiz, su campo de batalla y la puerta de entrada de más de 400.000 turistas al año, incluso por encima del puerto de Málaga. Medina se muestra preocupado por el hecho de que «no se esté saliendo a vender la futura terminal de contenedores». Le preocupa su gestión más que su financiación, aún pendiente de aprobación definitiva por parte de la UE. Para Medina este proyecto es vital para todo el puerto porque de su ejecución depende que se libere todo el muelle de la capital para cruceros, su negocio y el del resto de consignatarias.

Finalmante, Rosso incide en que la ciudad de Cádiz sigue siendo un destino cerrado para cruceristas, especialmente durante los fines de semana, que los comerciantes no invierten en la atención a este público, «que puede revertir en un futuro en toda la ciudad».