«Nuestro hijo ve cómo Saleh disfruta con todo aquí»

Este verano es la primera vez que Manolo Seguí y su mujer, Manoli, se han convertido en padres de acogida de uno de los niños que llegan cada año mediante la Asociación de Ayuda al Pueblo Saharaui (Sadicum) para pasar dos meses en Chiclana. Desde julio, el pequeño Saleh, de nueve años comparte el verano con este matrimonio y sus dos hijos. El mayor, Dani, también disfrutó ayer de la visita al Parque de Bomberos.

Y es que, aunque por delante existe un «proceso de adaptación en el que hay que tener mucha paciencia», según asegura Manolo, Saleh y Dani ya han aprendido a compartir sus vacaciones. Aunque solo tiene seis años, sus padres explican que muchas veces «Dani se queda extrañado al ver en Saleh costumbres distintas o al ser consciente de que muchas de las cosas que disfrutamos aquí no existen en los campamentos de refugiados saharauis». «Es una forma de que él aprenda unos valores distintos, viendo como Saleh disfruta aquí con cualquier cosa».

Esta pareja chiclanera asegura que decidió acoger a uno de los niños porque unos amigos «lo habían hecho en años anteriores y decidimos colaborar con el proyecto, que además es una experiencia muy beneficiosa para ellos». Es por eso que ya han decidido que el año que viene repetirán la experiencia, subrayando que es imprescindible para ello tener una estabilidad económica «que esperamos mantener». La mayoría de familias y de niños del programa de Sadicum repiten cada verano una manera distinta de disfrutarlo.