Artículos

Obsesión o diversión

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Como suele ocurrir cada año siempre hay agrupaciones que no quedan satisfechas con el veredicto del jurado. Este año ha habido bastantes. Remolino, Bienvenido, Aragón, Quiñones, Mora, Rivero, Márquez, Canijo, Sevilla.

A la altura que estamos me parece increíble que los autores no sepan diluir ese cabreo inmediato y en caliente del fallo del jurado. Cabreo que es muy normal por otra parte al comprobar que cinco señores, (que a partir de entonces se les llama de todo menos señores) no han valorado tu obra como pretendías y creías que era lo más justo. Al cabo de tantos años deberíamos asumir que nadie va a hacer nada por cambiar esto, me explico. Hace más de quince años, un grupo de carnavaleros, al cual modestamente abanderaba mi persona, creíamos que lo más razonable para ser miembro de un jurado era que al menos fuese semiprofesional y que de una manera emblemática les acompañaran en su labor un grupo de asesores del mundo del Carnaval. Esa cruzada quedaba desarmada cada vez que emprendía su lucha. Siempre fueron los mismos los que derribaban a esos caballeros. Como por desgracia los autores sólo protestamos del jurado cuando nos toca, esa contienda siempre quedaba sin fuerzas y sin armas por mucho que aquellos hidalgos lo intentáramos. Debido a ello y a muchos sapos tragados en el concurso, este autor que les garabatea aprendió. Convertí una obsesión en una diversión. La obsesión de concursar para ganar por encima de todo, a la diversión de concursar para ganar. Para llegar a esto hay que tener muy claro que el concurso es un hobby y que las pataletas, a las que todos tenemos derecho, deben de durar lo justo y no prolongarlas mucho en el tiempo por el peligro que lleva convertirlas en una obsesión. Pocos autores hay, como este que les escribe, que descansan intermitentemente del concurso y que salen cuando verdaderamente les place. A la concienciación del Carnaval como diversión hemos llegado muy pocos y seguramente a los que nunca veremos de este lado serán a los que hacen de su vida un carnaval perpetuo.