Hacer política castigando

«El Gobierno se plantea quitar ayudas a trasplantes a las autonomías que incumplan el déficit», según rezan los titulares. El Gobierno tiene claro que el rescate financiero de los bancos y el control del déficit no tienen fondo y el apoyo a las personas ni se plantea. Le gusta conjugar los verbos recortar, cerrar, anular, suprimir, ignorar, privatizar... incapaz de ver los efectos irreversibles que todo esto puede tener. Estos barros que arrastramos, ¿en qué lodazal se convertirán? Se escalan posiciones en el campeonato de derribo de la sanidad pública. Ya está fragmentada, troceada y sólo queda dejarla hecha polvo. Quienes nos hemos beneficiado de la generosidad de un trasplante entendemos que la donación de órganos es el mayor gesto solidario porque nace del anonimato, el altruismo y la generosidad en un momento muy duro de la vida. No podemos permanecer en silencio ante esta noticia. Lo que ha sido un beneficio para mí y para miles de enfermos queremos que siga siendo una esperanza tangible para otros miles de enfermos y sus familiares. Aunque el anuncio del titular no se lleve a efecto, sólo plantear esta cuestión es apuñalar el llamamiento a la solidaridad que con generosidad tanta gente ha hecho y continúa realizando. Hago un llamamiento a la Organización Nacional de Trasplantes para que exija una rectificación inmediata ante esta posibilidad. Sólo su planteamiento muestra la miseria de estos gobernantes. Siento pena, rabia, impotencia. En todos los ámbitos hombres y mujeres se ven cada día un poco más desgarrados por las actuaciones de un Gobierno que sólo dedica sus esfuerzos a la ingeniería financiera. Que nos dejen respirar.