El candidato presidencial Uhuru Kenyatta se dirige a sus seguidores. :: SIMON MAINA / AFP
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Kenia se arriesga a elegir un presidente

Uno de los principales candidatos, Uhuru Kenyatta, está acusado de crímenes contra la humanidad por La Haya

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Las próximas elecciones presidenciales de Kenia pueden crear un escenario político complejo, particularmente en sus relaciones con Occidente. Uhuru Kenyatta, uno de los candidatos mejor situados, podrá concurrir finalmente a la elección del 4 de marzo. El Tribunal Superior del país africano ha rechazado el recurso presentado por cuatro ONG locales que solicitaban la anulación de su candidatura aduciendo que tanto él como su compañero de lista William Ruto se encuentran imputados por la Corte Penal Internacional por la comisión de crímenes contra la humanidad. Ambos están acusados de instigar la violencia posterior a la convocatoria de 2007, saldada con unos 1.300 muertos y 300.000 desplazados.

La idoneidad de Kenyatta ha sido objeto de un intenso debate desde que fue designado cabeza de lista por la coalición Alianza Nacional. Entre los argumentos esgrimidos para justificar su decisión, el Tribunal Superior señaló que los dos dirigentes han sido designados por sus respectivos partidos, validados por la Comisión Electoral y aún no condenados por la institución jurídica de La Haya. Además de declarar su incapacidad legal para vetarlo, se remitió a la competencia jurisdiccional del Tribunal Supremo.

Los detractores, asociaciones de juristas y de defensa de los derechos humanos, defienden que cualquier acusado por dicha entidad no podrá gobernar y pondrá en entredicho el honor y la integridad del cargo. El precedente de Omar al-Bashir, máxima autoridad de Sudán sobre la que pesa una orden de captura, alienta esa suposición.

Las encuestas otorgan al polémico candidato el segundo puesto, tan solo por detrás del actual primer ministro, Raila Odinga. El político, hijo del padre de la patria Jomo Kenyatta, tuvo que abandonar la cartera de Finanzas el 26 de enero del pasado año tras ser acusado formalmente de impulsar a las milicias mungiki, responsables de los sangrientos hechos acaecidos hace cinco años. Entonces, las acusaciones de fraude proferidas por Odinga, de etnia luo, contra Mwai Kibaki, vencedor y miembro de la comunidad kikuyu, provocaron los graves enfrentamientos intertribales.

Uhuru Kenyatta, actual vice primer ministro, y William Ruto, exministro de Educación, han expresado su intención de presentarse en la Corte Penal con sede en La Haya, aunque han solicitado que el proceso, cuyo inicio está previsto para el mes de abril, se posponga por la necesidad de preparar la pertinente defensa. El acusado también ha lamentado públicamente que Odinga, su principal rival, no se encuentre entre los acusados por los sucesos de 2007.

El político, cuyo nombre quiere decir 'libertad' en lengua swahili, cuenta con el apoyo de la etnia kikuyu, que constituye más del 20% de la población keniana y ha ostentado tradicionalmente el poder político y económico. Además, la revista 'Forbes' lo ha incluido entre los individuos más ricos de todo el continente, con una fortuna estimada en torno a los 500 millones de dólares (374,5 millones de euros) gracias a sus numerosos bienes raíces y participaciones en diversos medios de comunicación nacionales.