La unión hace la fuerza

El asunto de la Escuela de Hostelería vuelve a traer a la actualidad un debate mucho más viejo y profundo que el hecho de que se quede en Cádiz o se instale en Chiclana. La cuestión es si de verdad somos -o queremos ser- un área metropolitana. Si queremos aunar fuerzas como Bahía de Cádiz o cada municipio se cierra en banda defendiendo lo suyo.

¿Es de verdad tan importante dónde esté la Escuela de Hostelería? ¿Acaso no lo es más que sea una escuela de verdadera altura, con las mejores instalaciones posibles y la mejor atención para sus alumnos? ¿Merece la pena que incluso administraciones del mismo signo político se enfrenten por esto?

Es obvio que, a día de hoy, Cádiz capital no puede acogerla. Valcárcel no reúne los requisitos mínimos para ello ni hay ningún edificio dónde se pueda instalar a corto plazo. Por tanto parece obligado, que al menos de aquí a final de curso se marche a Chiclana.

¿Cuál es el problema? ¿El desplazamiento hasta allí de los alumnos? ¿Acaso son todos de Cádiz? ¿No los habrá de San Fernando, Puerto Real, Conil o el mismo Chiclana? Este debate roza el catetismo localista y evidencia que uno de los grandes problemas de esta provincia es que pierde tiempo y esfuerzos en asuntos que más tienen que ver con intereses de terceros que con el de los ciudadanos.

Si de verdad la provincia de Cádiz quiere despuntar tiene que hacerlo unida, no haciendo cada uno la guerra por su cuenta. Ocurre con la Escuela de Hostelería y con otros muchos asuntos, como la fábrica de autobuses eléctricos anunciada para los terrenos de Visteon. Sin duda, de cristalizar, se trata de una excelente noticia. Pero no solo para El Puerto, sino para toda la Bahía.

La unión hace la fuerza. Quizá algún día lo aprendamos y nos vaya mejor a los gaditanos.