CARTAS DE LOS LECTORES

Réquiem por la ortografía

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En el maremágnum de disfunciones institucionales que vivimos actualmente, hace ya años que la Real Academia Española dejó de cumplir las misiones de fijar y dar esplendor a la lengua, prohijando anglosajonas voces tan horrísonas como ajenas a nuestra historia y cultura. Podrá acusárseme de que estoy aplicando un criterio subjetivo y que el uso debe privilegiarse sobre la norma, pero de lo que no me podrá convencer nadie es de que en la última reforma ortográfica la RAE no ha hecho sino renunciar a la alfabetización eliminando tildes que, si bien causaban problemas a malos estudiantes, eran garantía frente a la ambigüedad, que ahora podemos encontrar entre tomar un café solo -sin leche- o tomar solo un café -sin compañía-.

Es de sobra sabido que cuando se empieza a ceder, quien obtiene el privilegio acaba tomándose mayores libertades -véase Cataluña respecto a España- y no falta quien, amparado por la reforma académica, arguye que su ausencia de tildes será normativa en pocos años, por lo que no pone el menor empeño en cuidar la ortografía. Introducida esta idea de irrespeto lingüístico hacia las tildes pronto llega la extrapolación y no faltan ejemplos que lo confirmen como «No habran los packs de Coca-Cola» o «Prohivido aparcar».

Desde luego, como diría Alfonso Guerra, «no te conoce ya ni la madre que te parió», España. ¿O será Ex-paña?..