En catalán, más barato

Hace unos días pasé vergüenza ajena por la siguiente situación. Con un grupo de familiares y amigos nos dirigimos a la Vall Fosca, concretamente al Museu Hidroelectric de Capdella. En total fuimos 14 personas. Nos dirigimos a la taquilla para solicitar una visita guiada y se nos indicó que el precio era de 3,50 euros. Accedimos al pago indicando que, por no tener algunos un gran conocimiento del catalán, por favor se nos dieran las explicaciones en castellano. Parecía que así iba a ser pero apareció una pareja ajena a nuestro grupo y, de forma algo exaltada y arrogante, exigió que la guía diera las explicaciones en catalán. Nos quedamos un poco boquiabiertos pero cuál fue nuestra sorpresa cuando la misma guía, para contentar a la pareja, nos exigió que, para una visita guiada en castellano, abonáramos 4 euros en lugar de los 3,50 reclamados antes. Ante tal discriminación, nos dimos la vuelta y nos marchamos.