CARTAS DE LOS LECTORES

Ecce Homo nacional

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Lo he intentado pero al final me han derrotado las circunstancias. No está bien reírse de lo ocurrido en Borja con la actuación estelar de la octogenaria Cecilia Giménez y la aplicación del surrealismo a un Ecce Homo. Pero no he podido evitarlo, uniéndome al choteo internacional generado. Un cachondeo animado desde la patria, cómo no, con las manipulaciones del engendro, poniéndole el rostro de Paquirrín (cualquiera diría que ha posado para el retrato), el 'cuñao' Falete o el mismo Presidente del Gobierno. No hay trabajo ni dinero, pero a diversión no nos gana nadie, qué no se diga. Vamos, resumiendo, un buen rato inicial de entretenimiento que sin embargo, y tras meditar un poco, en mi mente enferma se ha transformado, sin quererlo ni desearlo, en una sensación de tristeza mayúscula.

España es así. O, mejor dicho, España está así. Igual que la pintura mural destrozada. Lleva la tira de tiempo cayéndose a pedazos, desfigurándose sin remedio su rostro y vestimentas. Hete aquí que para lavarle la cara, alguien que no sirve para el tema le va pegando brochazos, por aquí y por allá. Un poco en la túnica, para que recupere el color, cuatro pinceladas que disimulen el deterioro, y parece que la cosa va teniendo un pase. Una ingente colección de parches aplicados por gente sin preparaciór.