Tribuna

¿Rebajas?

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S e quejan los comerciantes de que atraviesan malos tiempos, que sus percheros siguen cargados de prendas y que sus bolsillos no podrán aguantar por mucho tiempo más esta situación. Se quejan amargamente y ponen el grito en el cielo pero cuando tienen la oportunidad de vender, no están dispuestos a sacrificar sus ganancias. Me decía una amiga hace unos días que las rebajas no es quitar tres euros a una camisa o a un zapato, que era lo que se había encontrado en su primera visita a los centros comerciales, aunque muchos de los empresarios basen sus ofertas en estos descuentos insignificantes. Encontrar una ganga en estos días se ha convertido en una misión casi imposible y son precisamente las compañías y franquicias más caras las que acumulan los mayores descuentos y, por tanto, las que más negocio están haciendo. Otros establecimientos están optando por sacar a la venta prendas de hace una o dos temporadas sin ningún pudor pero a la hora de querer hacerte con un biquini o unas zapatillas para la playa, aseguran que son productos de temporada y, por tanto, no tienen aplicado el descuento que se supone que deben regir en periodo de rebajas.

Hoy se abren nuevos tiempos para el comercio de la provincia con la apertura de los comercios del Puerto de Santa María y veremos si así los empresarios consiguen parar esta importante bajada de las ventas que se ha registrado desde que comenzó la crisis económica. De momento yo soy bastante pesimista y no creo que a mayores horarios se consigan mejores resultados, sobre todo, por el coste que tiene abrir las puertas de un negocio un domingo. A finales de agosto tendremos los primeros resultados y veremos si la liberalización de horarios comerciales es sinónimo de crecimiento. Mientras, habrá que esperar a las segundas, terceras o cuartas rebajas para intentar conseguir la chaqueta y los zapatos que me propuse el pasado 1 de julio, aunque me parece que para ello tendré que hacerme muchos kilómetros y dedicar muchas horas de mi tiempo.