Recortes en educación

No estaría de más pensar que si la educación es un servicio público fundamental o esencial, que el citado servicio no debería verse afectado por ningún recorte que pudiere contrarrestar su calidad. A este respecto tenemos que decir que las últimas reformas llevadas a cabo por el Ejecutivo central español establecen barreras y por lo tanto unos hándicaps para que nuestro país no avance en este aspecto, no avance en investigación, o se encarezcan los recursos destinados a este servicio y también los resultados. De todo lo anterior se deduce que si los ciudadanos profesores, alumnos, asociaciones, sindicatos, y partidos han salido a la calle es para exigir la garantía de un derecho fundamental consagrado en el artículo 27 de nuestra Constitución. Por último, que a fuerza de ajustes y recortes nuestro país puede retroceder en cuanto a los ratios de una enseñanza pública de calidad si se recorta en programas, en medios, en recursos humanos y poco a poco se va descapitalizando algo esencial que es un tesoro: el saber. Dice el refrán popular que si el saber no ocupa lugar, ¿cómo, pues, queremos atraparlo en meras cifras presupuestarias y macroeconómicas que lo único que hacen es desfigurar su fin último y sentido?