Telefónica gana un 46% menos por el ERE y los extraordinarios

Telefónica respira por Latinoamérica mientras trata de mantener el pulso en Europa y pierde fuelle en España. Todo, en un escenario de austeridad y búsqueda de la máxima eficiencia. Ese el tenor de las cuentas de la multinacional, presentadas ayer y que arrojan un beneficio neto en 2011 de 5.403 millones de euros, lo que supone un descenso de las ganancias del 46,9% respecto de las obtenidas un año antes.

Tras ese recorte se esconden varios factores, como el coste del ERE abierto en la compañía (1.870 millones de provisión contra ganancias), el efecto contable por la revalorización de VIVO durante 2010 (3.476 millones) o el menor pulso de las actividades en el territorio nacional. Sin estos inconvenientes, el descenso habría sido del 16,6%. El mercado apenas castigó a las acciones de la firma presidida por César Alierta, que cedió sólo un 0,16% hasta los 12,86 euros por título, al entender que se han cumplido e, incluso, superado las previsiones de los analistas. En una conferencia celebrada con expertos tras la publicación de los resultados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía explicó que -dentro de esa línea de contención- congelará este año (por segundo ejercicio consecutivo) la retribución fija de su consejo de administración y, al tiempo, reducirá un 13% el salario variable del presidente y la alta dirección. Alierta puso en valor los números de 2011 al defender que «en un entorno difícil» la diversificación de la firma y su «capacidad de adaptación» le ha permitido, entre otras cosas, alcanzar un récord histórico de generación de caja. En concreto, 9.270 millones, un 9,5% más.

Los ingresos de Telefónica mejoraron un 3,5% interanual hasta los 62.837 millones, impulsados por el aumento de los datos móviles (19%), que representan ya un 31% de los ingresos por servicio móvil y el crecimiento al otro lado del Atlántico, en donde (y con Brasil como gran protagonista) se generan el 47% de las ventas y el 48% del resultado operativo bruto.

La teleco hizo especial hincapié en que, a pesar de lo complicado del mercado, el último trimestre de 2011 sirvió para ver una cierta recuperación. La compañía invirtió el pasado año 10.224 millones (un 3,3% más), de los que casi el 80% se dedicó a proyectos de crecimiento y transformación vinculados a servicios de banda ancha.

Presión

Alierta se felicitó por haber incrementado la base de clientes hasta los 306 millones (un 7% más). Sobre Europa, el ejecutivo reconoció que la «coyuntura es complicada» por un «entorno de presión en los servicios tradicionales de voz, la fuerte competencia y una regulación adversa».

En el capítulo español, y siempre afectada por la reestructuración, Telefónica perdió un 7,6% de cifra de negocio, hasta los 17.284 millones, mientras su resultado operativo bruto descendía un 40,5%. La inversión en España, donde la pelea por el cliente es feroz, repuntó un 44,5% hasta los 2.914 millones. Al repasar el futuro inmediato, Alierta adelantó su intención de «seguir apostando por la masificación de la banda ancha, tanto fija como móvil» y de sacar el máximo partido a Telefónica Digital para acelerar la captura de nuevos ingresos. Al referirse al dividendo, el directivo reiteró lo comunicado al mercado en diciembre, que pasa por una retribución al accionista de 1,5 euros por acción, lo que supone (a precios actuales) una rentabilidad del 11,5%.

Las cuentas revelan una aceleración en el segundo semestre en la captación de clientes, con una ganancia neta de 13 millones de accesos (un 72% por encima de la lograda entre enero y junio, y más del doble de la registrada en el mismo periodo de 2010). A finales del pasado año, Telefónica contaba con 238,7 millones de accesos móviles, lo que supone un alza del 8%.