Los regalos de Rajoy

Quedamos para tomar un té, ¡qué ingleses!, se podría pensar. Pero estamos en Jerez, con sol, son las 11 de la mañana y cargados de bolsas desparramadas por las sillas y el suelo de la cafetería. Regalos que hoy habrán hecho feliz a alguien. Decidí que tomaría un té turco, con sabor a manzana. Mi amigo se pidió un chocolate. «¿Me animas con los exquisitos tés y ahora te pides un chocolate?...» a lo que añade «sí bonita, yo como Rajoy, diciendo una cosa y haciendo otra (risas)». A partir de ahí, entramos en una larga conversación sobre el tema. Comparamos lo que defendía Mariano Rajoy cuando, un día sí y el otro también, vapuleaba a Zapatero por sus ajustes. Era el azote del presidente insistiendo «que él no lo haría». Pero la memoria y los periódicos existen, tomemos pues algunos ejemplos. Rajoy dixit: «Las políticas de impuestos son insolidarias con las clases medias. Dada la situación actual, no me parece razonable subir los impuestos». Para acabar de mentir «una subida de impuestos es letal para el consumo, la inversión y la creación de empleo». Y ya para rematar González Pons -el que se quedó sin premio en el Gobierno-, resumía, «Rajoy está empeñado en bajar los impuestos». ¿.? Vivían en el disimulo y ocultaban en la trastienda el severo ajuste, que como él decía entonces, será letal para el consumo. No hay que ser expertos en nada. Solo en el discernimiento, en la sensatez o cordura para saber que ese plan, con el que prevé recortar casi 9.000 millones de euros, no se arregla con el esfuerzo (solo) de las clases humildes, medias o medias alta. Cómo consumir si cada vez perdemos más poder adquisitivo! Y no digamos los pensionistas. Les puso un bombón en los labios cuando con alharacas anunció 'subiré las pensiones' y arrancó los primeros aplausos en el Hemiciclo. Pero todo quedó en un pírrico 1%, menos que nada teniendo en cuenta el IRPF y demás. No tienen pudor o lo que sea que haya que tener; ilusionar a unos pobres pensionistas que con aprietos llegan a final de mes. Dígame una solo medida de creación de empleo. Una sola. ¿Cuál?. También exacerbaba al actual presidente, cuando no lo era y ansiaba serlo, que ZP mirara tanto a Europa. Y es Alemania, quien alaga las medidas «dolorosas pero inevitables». No son evitables las Embajadas autonómicas con los altos alquileres de sus sedes, sueldos de delegados, etc. Con su eliminación y un político un sueldo (que también amasaba Rajoy) ahorraría un huevo. Solo Cataluña tiene Sedes en Paris, Bruselas, NY, Berlín. Y encima Mas (Artur) con un sueldo superior al presidente del Gobierno, se permite (grosería le dije a mi amigo) exigirles a los catalanes esfuerzos titánicos. Yo con estas injusticias me cabreo mucho. Con el mosqueo se me vierte el té y mancho mi abrigo de paño bueno, de antes de la crisis. Son lo regalos de Reyes de Rajoy.