¿INSTITUCIONAL O DEPORTIVO?

Por más que Javier Tebas esté trabajando para que el Xerez Club Deportivo parezca una institución estable y capacitada para hacer frente a los pagos de un futuro convenio con los acreedores, la realidad del primer equipo de la ciudad -e incluso de la provincia- es que el temblor de los cimientos de la sociedad anónima deportiva crece por día que pasa. La superficie es preocupante, pues el apartado deportivo no termina de funcionar, pero meter la linterna en el oscuro foso xerecista sirve para comprender que el 2012 para el Deportivo arrancar cargado de interrogantes. Los rumores de la venta de la entidad son insoportables y las ganas de Joaquín Morales por desprenderse del club son terribles. El momento clave parece acercarse, pero para bien o para mal el punto de inflexión del apartado institucional se vivirá en el mes de marzo, pues es la fecha señalada para que el convenio de acreedores se rubrique.

Hasta que llegue ese día, continuarán siendo los administradores concursales los que tengan la última palabra en todas las decisiones que afecten al Xerez. Y la cuestión es si Jesús Rodríguez y Antonio del Puerto tendrán capacidad para mantener el equilibrio entre lo institucional y lo deportivo, pues ninguno de los dos platillos de la balanza pasan por su mejor momento.

En el tema económico, se barrunta marejada de cara a la junta general de accionistas y a las cuentas del pasado ejercicio. Hay dos millones de euros que bailan y habrá que ver cuál es el resultado final. Pero por otro lado está el tema deportivo. Viqueira quiere reforzar al equipo y parece que en el club no están por la labor de gastarse los euros que han entrado en la caja fuerte de la entidad con la marcha de Óscar Díaz y Raúl Llorente (hablamos de una cifra de seis dígitos).

Por tanto, ¿se apostará por el ahorro para reforzar el apartado institucional o será mejor gastar para salvar el aspecto deportivo? Esa es la cuestión.