ENCANTOS DE CIUDAD
Actualizado: GuardarEs la ciudad el espacio que nos acoge y, como tal, donde han de encontrar respuesta las más básicas e inmediatas de nuestras necesidades y aspiraciones. De ella dice Antoni Puig, que nunca podrá funcionar como verdadera y autentica si no consigue 'enamorar' a los habitantes que la integran.
Solo quién alguna vez ha estado 'prendado' de alguien está en condiciones de comprender el alcance de tan acertada expresión. La ciudad precisa de amantes capaces de 'mirar por sus ojos', estar a su disposición, mimarla, ofrecerle lo mejor y colmarla de atenciones. Ella como contra partida nos brindará atractivo, seguridad, encanto, confort, belleza, placer, embrujo, ilusión.
El domingo 22 son las elecciones al Ayuntamiento. Vamos a elegir a aquellos convecinos a los que confiaremos el cuido y la mejora diaria de nuestra ciudad. Es el momento de observar y reflexionar sobre el estado en que se encuentra. De recorrer toda su fisonomía desde el primero hasta el último de sus barrios. Cómo está y cómo desearíamos que estuviese. El momento de trasladar nuestras inquietudes y preocupaciones a quienes aspiran a actuar en nombre nuestro y de hacerlo, al tiempo, tomando el pulso a su sensibilidad para con nuestras propuestas, amén de hacerles la 'prueba del algodón', afín de dejar a la luz la intención que verdaderamente motiva su pretensión. Solo quiénes estén prendados de ésta ciudad tendrán la capacidad de transmitir su pasión por ella, de vibrar con sus encantos y de favorecer el descubrimiento de sus bellezas más ocultas. Solo desde este estado vital es posible animar a otros al encuentro, al compromiso mutuo, a la lealtad, a la ilusión, al respeto. Cómo quiera que es también el momento para que los candidatos intenten seducir a los ciudadanos. Unos y otros habrán de observar que ninguna propuesta de mejora está fuera de lugar en una ciudad que aspira a ser la de todos y para todos.Las entidades vecinales, en especial, habrán tener presente -como portavoces que deben ser del sentir de todo un barrio- que han de dispensar idéntica acogida a todos los pretendientes y garantizar, al tiempo, que se oigan las voces de cuantos de sus representados lo deseen.