TRES MIL AÑOS Y UN DÍA

ANTONIO SANZ, EN EL TIEMPO DEL CAMBIO

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Este es el tiempo del cambio. Desde la tribuna de oradores de la Convención Nacional del PP, celebrada en Sevilla durante este fin de semana, el discurso de Antonio Sanz parecía rendir homenaje a un viejo rock de Miguel Ríos. El mensaje del conservador gaditano se erigía esta vez a mayor gloria de Javier Arenas y de Mariano Rajoy: «Vamos a gobernar en Andalucía a partir de las próximas elecciones. El cambio no sólo es posible sino que es una realidad», proclamaba.

Tenía razón Javier Arenas cuando Antonio Sanz daba sus primeros pasos políticos en el Ayuntamiento de Cádiz, al recomendarle que concluyera sus estudios de Derecho porque iba a necesitar formación suficiente para afrontar los retos del futuro. Y así parece ser. Ocurra lo que ocurra en las elecciones autonómicas, Sanz se ha convertido en una pieza clave en el pulso que los populares mantienen para arrebatar al PSOE su granero electoral andaluz. La palanca del cambio nacional, la llamó Sanz. Y si Andalucía puede ser clave en una futura mayoría conservadora a escala estatal, la provincia de Cádiz tendrá que serlo en el sorpasso autonómico con el que sueña Javier Arenas desde que hizo la mili.

Más allá de la presencia de Sanz, a la sazón secretario general del PP de Andalucía, Cádiz ha estado muy presente en el congreso celebrado por el partido de la gaviota, que busca reeditar la convención fetiche de 1990 cuando Sevilla también supuso el inicio de su larga marcha hacia La Moncloa. Tanto la alcaldesa gaditana Teófila Martínez como el presidente provincial del partido, José Loaiza, participaron en sendos foros a lo largo de la convención, bajo el título de «Tú hablas, nosotros respondemos». No salió en ningún momento a colación, en dichas tribunas, la fotografía que algunos hacen circular ahora en la que se ve a Teófila Martínez, en una manifestación de antaño que acabó con un asalto a la sede del PSOE de Cádiz. Ayer sábado, uno de los Premios Proyectos y Buenas Prácticas Populares, fue a parar al Ayuntamiento de Cádiz por el Proyecto contra la violencia de género Unidad Alerta, que, como Unidad de Atención de Emergencia, tiene como principal objetivo «la asistencia directa, rápida y eficaz de las mujeres que sufren malos tratos en coordinación con la Policía Local y la Fundación Municipal de la Mujer». ¿Un guiño a la provincia de procedencia de Bibiana Aido, Secretaria de Estado de Igualdad en el actual Gobierno del PSOE? Alrededor de medio centenar de militantes del PP de Cádiz fueron convocados esta vez. Y, como en el resto de las circunscripciones, también aparecieron diputados nacionales, autonómicos, senadores, alcaldes y portavoces de municipios de más de 15.000 habitantes y de la diputación. No en balde, a corto plazo, la principal batalla que nos aguarda es la de las municipales y el reto fundamental del PP vuelve a ser la conquista de la Diputación, una plaza fuerte que puede servir como trofeo para esta opción.

Ahí está la madre del cordero. Como se sabe, la Diputación está compuesta por 31 representantes de 44 ayuntamientos agrupados en nueve partidos judiciales y distribuidos con arreglo a cinco por el de Jerez, cuatro representantes por el de Algeciras y El Puerto, tres por el de Arcos, Cádiz, Chiclana, San Fernando, San Roque y Sanlúcar. Va a pelearse casa por casa por cambiar una composición que en la actualidad arroja 15 representantes a favor del PSOE, 13 a favor del PP, dos para IU y uno para el PA. La ley electoral reduce la horquilla de dicho cómputo. Según el recuento de las últimas elecciones, la distribución global chocaba con la de cada partido judicial, así que al PP le costó cada escaño provincial 11.744 votos frente a los de IU, que tuvieron que lograr 28.716 votos por cada uno mientras que el Partido Andalucista sólo colocó un diputado cuando disponía de 48.564 votos. Hay quien dice, con razón, que una redistribución proporcional de la representación en la provincia gaditana arrebataría cuatro escaños a PSOE y a PP para duplicar la representación de IU y triplicar la del PA. En caso de que este partido siga contando después de las municipales.

San Fernando será una de las plazas donde PP y PSOE habrán de batirse, al igual que en La Línea, Algeciras, San Roque, El Puerto, Ubrique, Vejer o Arcos, localidades muy disputadas. Con su plaza fuerte en Cádiz, el PP busca ahora redituarse en el partido de Chiclana, con Barbate como pieza clave. Pero la gran morterada está en Jerez. Por ahora, eso sí, a Francisco González Cabaña, actual presidente de la Diputación y del PSOE gaditano, no parece preocuparle ese encaje de bolillos y cuentas del Gran Capitán por muchos alcaldes propios que se estén yendo a casa. Claro que en la Convención Nacional del PP en Sevilla venía a coincidir con el enjuiciamiento del ex alcalde de La Línea Juan Carlos Juárez. El ex gilista ocupa ya el banquillo acusado por el llamado caso Roseworld, un chanchullo inmobiliario que puede costarle unos años de trena si prospera la acusación. Sin embargo, visto los aplausos que despertó en la capital de Andalucía el chaquetero presidente de la Generalitat de Valencia, Fernando Camps, dudo que el electorado tenga en cuenta ahora las travesuras linenses del discípulo de Jesús Gil. El PP parece tener el viento de cara y a sus votantes no les preocupa tales menudencias. Es el tiempo del cambio, cantaba Miguel Ríos, pero el rockero se refería a otro.