Los bañistas apenas dejaron huecos en la costa chiclanera en el primer gran domingo de avalancha al litoral de este 2010. :: LA VOZ
Playas | Chiclana

El verano entra por la puerta grande

Las nubes y el poniente no impidieron el lleno de las playas de La Barrosa y Sancti Petri este fin de semana. La temporada estival arranca amparada por las esperanzadoras previsiones de negocio a la que se aferran hosteleros y empresarios

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Un cubo y una pala de juguete desperdigados en la orilla, inevitablemente tienen detrás a un pequeño que juega y se tuesta al sol implacable de junio en la provincia de Cádiz. Esa estampa, como tantas otras, empezaron a repetirse este pasado fin de semana en el litoral chiclanero.

Tanto La Barrosa, como en menor medida, la playa de Lavaculos en Sancti Petri, estuvieron durante las jornadas del sábado y sobre todo de ayer domingo, abarrotadas de bañistas y usuarios. Aunque las temperaturas no han sido asfixiantes, el calor ya aprieta, y muchos han estrenado la temporada de baño 2010 con sus mejores galas.

María Sánchez se tomaba una cerveza fresquita a mediodía del sábado en uno de los locales del paseo marítimo chiclanero, y se las prometía felices. «Esta tarde no me iré de la playa hasta que se haga de noche», auguraba. Esta turista sevillana, como otros miles de visitantes llegados de diferentes puntos de la geografía nacional, comienzan ya a ser mayoría.

«El turismo extranjero dejará paso en las próximas semanas a los visitantes del interior, sobre todo nacionales». Son palabras de Ramiro Rodríguez, maitre de uno de los establecimientos hoteleros de Novo Sancti Petri, que en los próximos dos meses y medio colgarán el cartel de completo si se cumplen las previsiones.

De hecho, Novo Sancti Petri, la urbanización más importante de cuantas existen en la provincia para el turismo por número de camas, casi 13.000 ofertadas, también nota ya el ajetreo de turistas.

La temporada, aún sin abandonar el mes de junio, ya ha comenzado formalmente, y la imagen de playas repletas, colas en los restaurantes para almorzar, y largas noches de movida nocturna en las zonas de copas, serán la tónica habitual en los próximos meses. En principio el último fin de semana de junio no ha tenido sobresaltos. Pese a la ingente cantidad de bañistas que han abarrotado las playas locales, al cierre de esta edición no se había producido ningún infortunio de gravedad. El único hándicap, ligado inevitablemente desde hace años al verano en Chiclana, ha estado en el tráfico rodado. Algunas carreteras de acceso a la costa como Las Lagunas o Carabineros registraron circulación lenta en las horas punta del sábado y el mediodía del domingo.

Escasas infraestructuras

Aunque lo peor está por llegar con la avalancha de visitantes que se espera en julio y agosto, las infraestructuras de la ciudad siguen apareciendo en el libro de reclamaciones particular que tiene cada turista. Y es que el mal estado de zonas de Rana Verde o Molino Viejo debido a las obras comienza a desesperar a muchos conductores. Por lo demás, el primer gran fin de semana de verano en Chiclana discurrió con una oferta de ocio en pleno crecimiento. Los hosteleros ya valoran de forma muy positiva la reordenación del espacio en Torre Bermeja, en la primera pista, y el poblado de Sancti Petri volvió a ser escenario para las motos de agua o las rutas en kayak.

El Consistorio espera un «gran verano» en cuanto a afluencia de visitantes, y los empresarios confían en que los turistas 'aflojen' la cartera en plena crisis. Mientas, los niños seguirán jugando con su cubo y con su pala, haciendo castillos de arena en la playa.