MÁS FÚTBOL

PERDER EL MIEDO

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los prolegómenos del partido hacían presagiar un bonito duelo. Un técnico serbio en cada banquillo, una buena imagen en los partidos de clasificación y la ambición de los dos equipos de convertirse en una de las revelaciones del campeonato auguraban un interesante encuentro. Nada más lejos de la realidad. Este partido, como todos los que se han jugado en esta primera fase, ha estado dominado por el miedo a perder.

Ghana, sabedora de su poderío físico, empezó fuerte, queriendo imponer un ritmo alto. Esperaba atrás a los serbios y buscaba peligrosas contras. Sin embargo, en los 20 primeros minutos prácticamente no hubo ninguna ocasión de gol, exceptuando un remate de cabeza de Mensah, que se fue fuera por poco. Ghana era consciente de que el peligro podía llegar a través de Zigic, y le tuvo muy vigilado durante todo el partido. El gigantón serbio tuvo dos claras ocasiones que malogró de forma estrepitosa. No era su día. Lo único con verdadero peligro en esta primera mitad a favor de Serbia fue una falta de Kolarov, que rozó la escuadra del portero africano. La segunda parte arrancó más animada. Parecía que los dos equipos se habían puesto las pilas en el vestuario y, por fin, luchaban por ganar. No obstante, tampoco hubo ocasiones claras. A partir del minuto 55, Ghana tomó el mando del partido, con un Tagle inspirado en banda derecha creando muchas dificultades a la zaga balcánica. Dos ocasiones de Ayew hacían presagiar un cambio en el marcador. En el sesenta, en un saque de banda estilo inglés Asamoah Gyan, con un poderoso salto de cabeza, mandó a Jabulani al palo. Lo único que hacía Serbia era defender las acometidas ghanesas hasta que, en el minuto 73, Lukovic fue expulsado por doble amarilla. Parecía que el partido se ponía en franquicia para Ghana. Sin embargo fue Serbia, en un arranque de rabia, la que tuvo las mejores ocasiones.

Todo cambió de manera definitiva en el minuto 83, cuando Kuzmanovic, que había sustituido a un compañero hacía 20 minutos, cometía un penalti tan surrealista como estúpido. Gyan, el más destacado por el conjunto ghanés, era el encargado de materializarlo, engañando al guardameta serbio.