El torero José Ortega Cano, a su llegada a hoy a los juzgados de Sevilla. / Raúl Caro (Efe)
TRIBUNALES

Ortega Cano dice que «vive un quinario» desde el accidente

La fiscalía asegura que la conducta del torero al volante “era propia de un loco o de un temerario”

SEVILLA Actualizado: Guardar
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“Se lo digo con toda sinceridad, por mi salud y mi vida no debo beber y no bebí ese día”. El diestro José Ortega Cano ha aprovechado el turno de última palabra para reiterar su inocencia y que no ingirió alcohol el día del accidente mortal que costó la vida a Carlos Parra en 2011. Emocionado, ha explicado a la jueza que ha sido el accidente más grave de su vida profesional y personal. “Aunque parezca otra cosa, llevo dos años pasándolo muy mal, es lo peor que me ha podido pasar”. Y tras unirse al dolor de la familia de Parra, ha mantenido que no recuerda nada del accidente desde los momentos previos. “Se lo digo con toda sinceridad, por mi salud y mi vida no debo beber y no bebí ese día”, concluyó, “que sea lo que Dios quiera y diga la justicia”.

Fiscalía y acusación particular han mantenido su petición de cuatro años de cárcel para José Ortega Cano por un delito de homicidio imprudente y dos relacionados con la seguridad vial por el accidente que costó la vida a Carlos Parra. Durante las conclusiones finales, el fiscal ha avalado la “coherencia de principio a fin” de las pruebas periciales y los testigos y ha lamentado que se haya tenido que llegar a juicio porque “hubiera bastado con reconocer el error, pedir perdón de verdad y no a la prensa y cumplir la pena con dignidad, como ha ocurrido en otros casos anónimos”.

El informe del equipo de reconstrucción de accidentes de la Guardia Civil ha sido clarificador para el ministerio público, que durante la exposición de las conclusiones finales ha considerado que queda avalado por los testimonios de los camareros que sirvieron un combinado con refresco al torero y de otra mujer que, por casualidad, le vio salir tambaleándose del hotel. También por las declaraciones de los conductores que llegaron a decir que pasaron miedo por la forma del conducir del diestro.


Mñas propio de un "loco" y "temerario"

“Salvo que se sea un loco o un temerario, y este señor no lo es, nadie conduce de esa manera”, aseveró el fiscal de Seguridad Vial Luis Carlos Rodriguez, para quien los datos expuestos durante las cinco sesiones de juicio evidencia que el torero no controlaba el vehículo. “No hacen falta más pruebas que los actos externos”, concluyó, descalificando los informes técnicos de las defensas, basados además en los datos de la Guardia Civil, porque “aplican el coeficiente MPA, es decir, me paga el acusado”.

Por su parte, la acusación particular, que reclama cuatro años de cárcel, también ha hecho hincapié en la coherencia de los testimonios de los testigos con el informe de la Guardia Civil, y han cuestionado la estrategia de defensa de Ortega Cano a la luz de los datos técnicos del informe pericial, "el más completo e independiente". Los abogados de la familia han invitado además al torero a pedir perdón a la familia y reconocer los hechos "algo que le permitiría ser libre el resto de su vida". La defensa ha pedido la absolución. Cuando los abogados terminen de exponer sus conclusiones finales, será el turno de última palabra del torero, que tendrá ocasión de exponer los motivos por los que cree que no debe ser condenado.