Un empleado de una gasolinera llena el depósito de un vehículo en Yakarta. / Efe
crisis financiera mundial

El encarecimiento del petróleo pone en riesgo la débil recuperación económica

El Gobierno aprobará mañana una batería de medidas para la eficiencia y el ahorro energético

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El petróleo Brent alcanzó ayer los 111,85 dólares por barril en Londres, su cotización máxima desde septiembre de 2008, para cerrar la sesión a 111,25, lo que supuso un alza del 5,17% sobre la cotización del martes. Por su parte, el barril de Texas, el de referencia en Estados Unidos, tocó los 100 dólares, precio al que se contrataba en octubre de aquel año, para cerrar a 98,1. La escalada del crudo empieza a suscitar inquietud entre los expertos y las autoridades españolas. Si el precio del principal combustible se consolida en este nivel, la incipiente y muy modesta recuperación de la actividad podría verse abortada. Sin olvidar que el petróleo caro es un factor inflacionista que, más temprano que tarde, llevará al Banco Central Europeo a subir los tipos de interés, ahora contenidos en el 1%.

La sangrienta represión de la sublevación popular en Libia, el cuarto productor africano, ya se traduce en un recorte de más de un 25% de la producción del país -ENI, Repsol, Total y BP están evacuando a su personal extranjero-, si bien podría verse compensada con un aumento en otros países. Arabia Saudí, por ejemplo, se ha comprometido a ello. Pero los analistas advierten de que las manifestaciones que se están produciendo en las naciones árabes inyectan una enorme dosis de incertidumbre en el mercado petrolero a medio plazo, y eso siempre se traduce en subidas.

Las quejas de los sectores afectados ya han comenzado a surgir. Así, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) alerta de que el encarecimiento del crudo se ha convertido «en el mayor desafío para las aerolíneas».

Del clima de alarma generalizada se hizo eco también el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, Nobuo Tanaka, quien advirtió de que podría reproducirse un episodio de recesión similar al de 2008 si el barril de crudo se estabiliza por encima de los 100 dólares. Este organismo había pronosticado un periodo de estabilidad con el petróleo en el nivel de 80 dólares por barril, que hubiera permitido la recuperación de los países occidentales más retrasados.

Evitar el derroche

España poco puede hacer para luchar contra el encarecimiento del crudo. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, que presentó un informe ante el 'gabinete de crisis' reunido en La Moncloa a última hora del pasado martes, insistió en que la única actuación posible a corto plazo pasa por evitar el derroche energético. «No podemos hacer otra cosa que ahorrar energía», reconoció ayer. El responsable industrial insistió en que no hay riesgo de desabastecimiento, porque la aportación de Libia en el suministro de petróleo (un 13%) y gas (menos de un 2%) es perfectamente sustituible por otros proveedores.

El problema reside en los precios: cada subida de 10 euros del barril de crudo cuesta 6.000 millones de euros a la economía española. De hecho, el encarecimiento del petróleo a lo largo de 2010 incrementó en esa cifra nuestra factura petrolera, y fue un importante lastre en la tendencia positiva del saldo exterior.

La nueva crisis petrolera ha pillado a España sin resolver el pacto energético que debiera reducir la dependencia de los hidrocarburos sin disparar el importe de los abastecimientos. Las energías renovables han experimentado un fuerte desarrollo, pero ahora se trata de reconducir el elevado coste de las primas que incentivaron su promoción. El carbón autóctono recupera protagonismo, pero la obligación de utilizarlo en las centrales térmicas acarrea otros compromisos económicos, porque desplaza a las instalaciones de ciclo combinado, necesarias a su vez para garantizar el suministro cuando las eólicas no están en condiciones de funcionamiento.

Medidas nunca aplicadas

Dada la situación, el Ministerio de Industria volverá a la carga y pondrá sobre la mesa del Consejo de Ministros de mañana un plan reforzado de ahorro, aprovisionamiento y eficiencia energética. El anterior programa data del verano de 2008. Desde esa fecha, y con un horizonte que concluye precisamente en 2011, el Gobierno se planteó lograr un recorte del 10% en la factura petrolera mediante la climatización de los espacios públicos, el reparto de bombillas de bajo consumo, la reducción de un 20% en la velocidad de los coches en el acceso a las grandes ciudades...

El Ejecutivo estudiará un plan cuyo contenido no ha querido desvelar Industria, con la justificación de que afecta a muchos ministerios, se llevará a cabo en varias fases y aún debe ser debatido con los responsables de los distintos departamentos. Otras fuentes han informado que se trata ahora de poner en marcha medidas nunca aplicadas de fomento de transporte público, o de exigencia de eficiencia energética en los contratos con las administraciones.

El Gobierno pondrá énfasis en la reducción del consumo de energía por unidad de producto, algo que en la fase de bonanza solo se logró en 2007.