golpe de mano del régimen

Informaciones contradictorias sobre la liberación de Sakineh Ashtiani

El Comité Internacional contra la Lapidación han recibido nuevos datos que no le permiten confirmar la puesta en libertad de la mujer iraní

MADRID Actualizado: Guardar
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El Comité Internacional contra la Lapidación ha asegurado a última hora de este jueves que, tras confirmar la liberación de Sakineh Mohammadi Ashtiani, ha recibido "informaciones contradictorias" acerca de su posible excarcelación.

El Comité anunció la liberación de Ashtiani, su hijo Sajad Ghaderzadeh, y dos periodistas alemanes, mientras que también aseguró que estaba tratando de verificar la posible salida de prisión del abogado de la mujer. Sin embargo, fuentes del organismo han asegurado que en las últimas horas han recibido nuevos datos que no les permiten confirmar las liberaciones e incluso ponen en duda las fotografías publicadas y en las que se ve a Ashtiani supuestamente libre. Aclaran que, aunque han determinado que no han sido manipuladas mediante el programa Photoshop, podrían ser falsas o antiguas.

Asimismo, ni el Ministerio de Asuntos Exteriores francés ni el alemán, representantes de dos de los gobiernos más implicados en este caso, han confirmado las informaciones publicadas y han comentado que aún tratan de verificarlas. La prensa oficial iraní, entretanto, guarda silencio.

El Comité Internacional contra la Lapidación había asegurado en los primeros instantes que a última hora del día o este viernes, Irán anunciaría en los medios estatales la excarcelación de Ashtiani. También informaban que habían recuperado la libertad el hijo y el abogado de la mujer, Javid Houtan Kian, y los dos periodistas alemanes. Los cuatro fueron arrestados el pasado mes de octubre durante una entrevista para la publicación alemana Bild am Sonntag.

La condena inicial de Ashtiani a morir lapidada desató una oleada de indignación en la comunidad internacional. Esa presión hizo que el pasado 8 de septiembre el régimen iraní diera marcha atrás y anulara la lapidación pero no la condena a muerte.

Ashtiani, de 43 años y madre de dos hijos, fue sentenciada a morir lapidada en 2006 por haber mantenido relaciones con dos hombres tras la muerte de su marido. Más tarde, también fue acusada de ser cómplice en el asesinato del marido y desde entonces permanecía ingresada en un cárcel de Tabriz, en el norte del país.

El abogado defensor de esta mujer iraní de etnia azeri, Mohammad Mostafai, salió del país a principios del pasado mes de agosto tras ser perseguido por la policía iraní y, de esta forma, el caso de Ashtiani cobró notoriedad en todo el mundo. A partir de ese momento, las presiones internacionales obligaron a las autoridades del régimen teocrático de Teherán a retrasar la aplicación de la sentencia contra Ashtiani.

Campaña internacional

La movilización de la comunidad internacional aumentó después de que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que mantiene buenas relaciones con el mandatario iraní Mahmud Ahmadineyad, ofreciera asilo político a Ashtiani, demanda que fue rechazada por las autoridades de Irán. También los ministros de Asuntos Exteriores de Francia e Italia se prestaron a reunirse con su colega iraní, Manucher Mottaki, para tratar el caso de Ashtiani, lo que fue desestimado por las autoridades de Teherán.

La sentencia de muerte por la lapidación contra Ashtiani también provocó una campaña internacional por parte de los grupos pro derechos humanos para evitar este castigo que rige en Irán desde las Revolución Islámica de 1979, aunque no se lleva a cabo desde 2007.

El abogado Mostafaei declaraba este jueves en Madrid que "al régimen iraní no le importa nada esta mujer, la utiliza para declararse víctima de la comunidad internacional y así poder cambiar la opinión pública" del país, y que utiliza a los extranjeros retenidos como rehenes para presionar a sus países.