juicio contra karadzic

«Ante la falta de agua, durante la detención sólo podíamos beber nuestra propia orina»

El líder serbobosnio escucha en el Tribunal de la Haya el relato del primer testigo de las torturas durante la guerra de Bosnia

LA HAYA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Llega el turno para los testigos en el juicio contra el antiguo líder serbobosnio Radovan Karadzic. El ex prisionero bosnio musulmán Ahmet Zulic ha relatado la limpieza étnica supuestamente llevada a cabo en Sanski Most (Bosnia) por las tropas serbias y la brutalidad de las condiciones del campo de detención al que fue trasladado. "Ante la falta de agua, durante la detención sólo podíamos beber nuestra propia orina", explica Zulic, quien califica de "infrahumanas" las condiciones durante su cautiverio.

Zulic ha relatado que vivió junto a decenas de otros detenidos en un pequeño garaje y relató las palizas que les propinaban. "A veces un hombre nos sujetaba mientras otro nos golpeaba con un bate", según Zulic, quien asegura que recibió una brutal paliza por negarse a santiguarse, como le había pedido un soldado. "Cuando algún niño lo observaba, los serbios decían estar practicando kárate".

Sin agua y hacinados en pequeños espacios, muchos prisioneros murieron por deshidratación, según el testimonio de Zulic. "Algunos morían en mitad de la noche entre alaridos, en diez minutos que me parecían una eternidad, mientras que otros fallecían silenciosamente".

Primer testigo del juicio

Zulic declara en el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) como primer testigo en la fase de prueba del juicio a Karadzic por genocidio y crímenes contra la humanidad, reanudado en La Haya. Entre los episodios que ha explicado Zulic destaca haber sido testigo del asesinato de veinte hombres en 1992, a quienes los soldados serbios habrían obligado a cavar su propia fosa.

Según el testimonio, hasta la llegada de la Cruz Roja Internacional a la zona no recibió tratamiento médico alguno para sus heridas y tan sólo él y dos prisioneros más fueron capaces de solicitar la ayuda, pues el resto se negó a hacerlo ante las amenazas del comandante del campo, que habría tratado de esconder los malos tratos.

Su testimonio también revela que las fuerzas serbias habrían atacado el asentamiento de Mahala, donde vivían alrededor de 500 familias -la mayoría de origen musulmán- y donde murió el suegro de Zulic. El testigo también apunta que fue obligado a firmar contra su consentimiento un documento por el que entregaba todas sus pertenencias. Zulic ha colaborado anteriormente en juicios en La Haya contra otros presuntos criminales de guerra de la antigua Yugoslavia, como el ex presidente serbio Slobodan Milosevic.