Un operario trabaja en el piso de la pareja en Alcorcón. :: DE SAN BERNARDO
Sociedad

¿Cómo se limpia la casa de un paciente de ébola?

El equipo que desinfecta la vivienda de la auxiliar se deshará de algunos enseres personales y repasará cada superficie

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los equipos de limpieza y desinfección llegaron ayer al edificio en el que viven Teresa Romero, la auxiliar de enfermería infectada por ébola, y su marido Javier Limón. Su objetivo es asegurar que el hogar de la pareja hospitalizada, sus vehículos y las zonas comunes que comparten con los vecinos queden libres de cualquier riesgo. Para lograrlo deberán tratar todos los objetos, las superficies, las prendas e incluso las tuberías de la casa.

La primera tarea del personal responsable de controlar la situación en la vivienda fue hacerse cargo de 'Excálibur', el perro del matrimonio. El trabajo ha recaído sobre un grupo de expertos del Servicio Veterinario de Urgencia de Madrid, una de las unidades del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria de la Universidad Complutense. Una vez lo han sedado, sacrificado y transportado fuera del edificio, las labores han continuado dentro de la casa. Todo el proceso, según explicaron desde la Conserjería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, puede alargarse varias jornadas. Los vecinos, por su parte, mostraron su preocupación y se quejan de falta de información.

El virus del ébola puede resistir entre unas pocas horas y un par de días en lugares que hayan estado en contacto con los fluidos de un paciente. Todo depende de las condiciones ambientales y de la superficie en la que se encuentre. Y aunque el riesgo de contagio sin exposición directa a una persona infectada es extremadamente bajo -si es que existe-, nada debe quedar fuera de control. El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad cuenta con un protocolo de actuación para el personal que deba lidiar con los procedimientos de limpieza y desinfección de lugares donde estado los pacientes. Los denominan «medidas de control ambiental».

Los objetos y el instrumental potencialmente contaminado deben limpiarse, afirma el documento, con un desinfectante. Son válidos tanto los de uso hospitalario o veterinario como la lejía de uso doméstico en una concentración de 1 a 100. El virus del ébola, al parecer, no es especialmente resistente. Las prendas, las toallas o las sábanas, por su parte, se tienen que incinerar o lavarse con lejía dentro de una doble bolsa con cierre hermético. También, señalan, es seguro esterilizarlas mediante un autoclave -una máquina que somete a lo que está dentro a grandes presiones y temperaturas, coagula las proteínas de los microorganismos y los destruye-. En todos los casos, afirman, los responsables de estas labores deben usar equipos de protección individual que permitan trabajar con seguridad y minimicen el riesgo de contaminaciones accidentales.

Precedente americano

En Estados Unidos ya han tenido que lidiar, durante la pasada semana, con una situación similar. Una empresa especializada en limpiar 'escenas del crimen' y en el tratamiento de sustancias peligrosas se ha encargado de desinfectar la vivienda en la que Thomas Eric Duncan ha pasado sus últimos días. Este liberiano, que aterrizó en Dallas (Texas) el pasado 20 de septiembre y falleció ayer, fue el primer caso de ébola detectado dentro de las fronteras del país norteamericano.

Entre seis y ocho personas de la compañía 'Cleaning Guys' -'los chicos de la limpieza'- han participado en estas labores de desinfección. Se vistieron con trajes de protección personal de alta seguridad y, como primer cometido, se deshicieron de los enseres con los que más contacto había tenido Thomas Eric Duncan. «Hemos recopilado las pertenencias personales del paciente, las sábanas, las toallas y la cama en la que durmió», aseguró Brad Smith, vicepresidente de la empresa, a la agencia AP. «El protocolo es meter cada cosa en tres bolsas y prepararlo para que otra gente se lo lleve a su destino final para su destrucción». Después, poco a poco, se han deshecho del resto de elementos de la casa. Muebles, menaje, vajilla, las alfombras. Todo con triple embolsado y almacenado en contenedores estancos para su último viaje. Ahora, asegura Smith, es una vivienda completamente diáfana. «Solo queda la pintura de la paredes».

Aunque son las técnicas más utilizadas, la limpieza con desinfectantes y la incineración no son las únicas opciones frente a la contaminación de estancias por ébola. La compañía tejana Xenex comercializa un robot capaz de limpiar de microorganismos toda clase de superficies mediante pulsos de luz ultravioleta 25.000 veces más brillantes que la luz del sol. Lo llaman 'Little Moe' -'pequeño Moe'- y, explica la empresa, ya está instalado en más de 250 hospitales de Estados Unidos.

Según sus creadores, esta máquina es capaz de eliminar todos los virus presentes en cualquier superficie. Su foco de xenón emite pulsos de luz ultravioleta de alta intensidad cada 1,5 segundos con los que es capaz de esterilizar una habitación de hospital en pocos minutos. Cada 'Little Moe' cuesta 104.000 dólares -alrededor de 82.000 euros-.