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El presidente Griñán escucha al líder de la oposición, Javier Arenas, ayer en el Parlamento. :: JOSÉ MANUEL VIDAL. EFE
ANDALUCÍA

Griñán sube el tono contra la oposición y pide a Rajoy una reunión de presidentes

Javier Arenas señala al presidente como responsable político de los ERE y este le acusa de «engañar» a la jueza que investiga el caso

MARÍA DOLORES TORTOSA
SEVILLA.Actualizado:

El líder del PP-A, Javier Arenas, acertó ayer al señalar a Griñán como 'presidente-candidato' en una previsible entrevista del mandatario andaluz con Mariano Rajoy cuando sea investido presidente. Griñán ha empezado ya a desempeñar ambos papeles y además otro que no le asignó Arenas, el de único referente nacional del PSOE en tiempos en que este partido anda huérfano de líder y el PP copa casi todas las instituciones.

En el rifirrafe con Arenas y Valderas, Griñán subió el tono contra sus adversarios hasta durezas verbales poco usuales en boca del presidente. «Usted no tiene escrúpulos, dice lo que le conviene», le espetó a Javier Arenas para recriminarle que antes defendiera un sólo cargo, y ahora le fustigue por haber echado a sus alcaldes del Parlamento. «A pesar de llamarse Izquierda Unida, son los que le hacen el trabajo sucio a la derecha», le recriminó a Diego Valderas recordándole el apoyo de su formación al PP en Extremadura. Ambas frases fueron aplaudidas con entusiasmo por la bancada socialista. Hablaba el candidato.

Pero también habló el presidente de la única comunidad en la que gobierna el PSOE (salvo el País Vasco, donde Patxi López tiene el apoyo del PP). Griñán anunció una propuesta a Mariano Rajoy. Le pidió que, una vez sea investido presidente, convoque una reunión urgente de la Conferencia de Presidentes Autonómicos para fortalecer a España ante la especulación de los mercados.

Lo que propone Griñán es una foto institucional de las comunidades -gestionan el 37% del presupuesto nacional- comprometiéndose con la consolidación fiscal acordada en la reunión de Bruselas del pasado día 9, pese a que cree un error no defender también la reactivación económica. «Pero si ahora hay que defender la consolidación, vayamos todo a ello, porque nuestra lealtad es nítida y sin reservas», enfatizó.

Garrote político

Griñán vistió la iniciativa de cordialidad institucional, pero con algo de munición electoral. Asentó su propuesta en su compromiso de no utilizar la crisis como «un garrote político» contra el Gobierno, en alusión al acoso que el PP infligió a Zapatero durante los últimos dos años.

También aludió al cambio en el PP tras el 20N respecto a las causas de la crisis económica. «Bienvenidos a la crisis mundial», dijo tras congratularse de que ahora el PP diga que no hay varitas mágicas. Esto lo dijo en el rifirrafe con Arenas. Luego en respuesta a una pregunta amable de su portavoz, Mario Jiménez, dio otro pildorazo. Le pidió a Rajoy que tenga la misma lealtad con el PSOE que la que tuvo el martes con CiU, cuando confraternizó con Duran i Lleida mientras el Gobierno de Mas le reclamaba 700 millones de euros.

Javier Arenas no tuvo más remedio que calificar de «buena idea» la iniciativa de la conferencia de presidentes. Rajoy le había hecho a Zapatero la misma petición el pasado mes de junio. Si bien, Arenas reprochó a Griñán que exprese lealtad al nuevo presidente mientras su equipo lleva 20 días «dándole caña desde la mañana hasta la noche».

Arenas también empleó dinamita electoral contra el presidente. Señaló a Griñán como responsable político del fraude de los ERE (expedientes de regulación de empleo) bajo investigación judicial. «Es humor negro decir que la responsabilidad política se para en un director general, cuando alcanza a medio gobierno y a su presidente», en referencia al último auto de la jueza Mercedes Alaya que reclama información de la época en la que Griñán era consejero de Hacienda.

Esta alusión hizo saltar como un resolte a Griñán, quien acusó al PP de «engañar» y «manipular» a la jueza con datos falsos para construir un juicio paralelo con el que dañarle políticamente. «Ustedes están jugando con la jueza», manifestó en la réplica final. Luego, el PP volvió a asaetear al Gobierno con varias preguntas sobre el fraude de los ERE y pidió por décima vez una comisión de investigación, que fue rechazada. Antonio Sanz (PP) acusó al PSOE de «un ataque brutal» a la jueza de los ERE.