ASI NOS VEN (XIV)

«Me parecería estupendo un 15M en Brasil»

El brasileño Otavio Battaglia, entrenador profesional de baloncesto, alaba el sentido crítico de los españoles con la política

MADRID Actualizado: Guardar
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“Cuando llegué a España todo el mundo me preguntaba por Lula y yo ni siquiera sabía quién era el presidente de Francia. Ahora leo con interés los periódicos para enterarme de la política de aquí y de otros países porque aquí el ambiente hace que me interese muchísimo más”. Con estas palabras explica el brasileño Otavio Battaglia su transformación personal desde que se instaló en España hace siete años.

La realidad es que desde 2004 este preparador profesional de baloncesto ha dispuesto de tiempo más que suficiente para empaparse del activo debate político que se respira en el instituto Ramiro Maeztu de Madrid y tener una visión contrastada de la situación española. “Aquí los alumnos del instituto y los profesores están al tanto de lo que ocurre en la política. Puedes preguntar a un chico de secundaria y sabrá de lo que estás hablando y tendrá opinión. Además, desde la crisis se habla mucho más”, señala el entrenador ayudante del filial de liga EBA del Estudiantes.

Battaglia nació y creció en la urbana Sao Paulo pero se mudó a España con 24 años para lograr su sueño de ser técnico de baloncesto. Las circunstancias han cambiado. “España está bastante peor que hace cuatro años. Cuando llegué había muchísima inmigración, sobre todo de Brasil a España –que es lo que más conozco- porque era un país en progresión, con estabilidad económica y con posibilidad de conseguir buenos frutos con tu trabajo. En situación legal tenías unas condiciones financieras y estables mucho mejores que en mi país, así que la inmigración era bastante alta”, recuerda.

Entonces no siguió los pasos de su padre, futbolista profesional en Brasil, pero escaló hasta convertirse en técnico profesional. Sin embargo, Battaglia cree que sería difícil repetir: “Si lo comparas con la actualidad, la cantidad de inmigrantes se ha reducido drásticamente. De hecho, hay mucha gente volviendo a Brasil porque la situación económica es bastante mejor o se encuentra en un desarrollo y crecimiento que ahora no tiene la economía en España”.

No obstante, el brasileño alaba la actitud de los súbditos de su actual país de trabajo. “Lo que me gusta más es que la gente es crítica con la política. Se reclama contra la corrupción o las ilegalidades, aunque si te comparas con Brasil y otros países subdesarrollados no hay ni punto de comparación. Aquí la política está bastante más adelantada”, señala. Además, confiesa que le gustaría que en su país se repitiera un movimiento ciudadano como el del 15-M: “Me parecería estupendo si hubiera una de estas reacciones en Brasil, pero allí fueron muy listos y colocaron la política en la ciudad de Brasilia, que está alejada de la población. Una manifestación similar allí es bastante complicada incluso por la distancia, pero ojalá fuéramos capaces de participar en la política y darles nuestra opinión a los políticos como se ha hecho aquí. Sería estupendo e increíble, pero no veo posibilidades”.

El nuevo presidente

Cuando se le pregunta su primera medida si liderase el gobierno español, Battaglia resopla ante lo que observa como una ingente labor: “Hay tantítismas cosas por arreglar… primero hay que dejar a la población contenta y para ello tiene que haber una estabilidad en la economía. Como presidente hay miles de recortes que hacer por un lado e inversiones por otro. Estabilizar la economía sería lo más importante para que el país pueda volver a crecer y ser sólido dentro de unos cuantos años”.

Este brasileño anticipa que la tarea del próximo presidente será complicada porque “la población está muy insatisfecha”. “Mariano Rajoy es una persona que ha estado mucho tiempo buscando sus objetivos personales y finalmente lo ha logrado. Veremos si ahora sus objetivos coinciden con lo que quiere la población y lo que necesita la gente”, señala sobre el candidato popular. “Rubalcaba es una persona que ha estado metido dentro de la situación política en momentos que estaba bien y en otros, como ahora, que no está tan bien. Puede que sepa cosas para mejorar pero no estoy seguro de que llegue a lograrlo”, reconoce detrás de una sonrisa que denota que ninguno de los principales aspirantes le convence. Incluso señala el “bipartidismo” que ha escuchado a Cayo Lara y señala que en su país la política es “personalista”. Tampoco descarta en un futuro una presidenta del gobierno, como ha ocurrido en Brasil con Dilma Roussef. “Hay bastantes ministras, las representantes del gobierno y portavoces de cada partido que tienen mucha calidad y pueden llegar a este cargo. Tienen igualdad de derechos, condiciones y nivel no les falta”, observa.

El deporte español

En su campo profesional Battaglia avisa: “El nivel del deporte español ha subido mucho, los jugadores quieren seguir viniendo aquí porque hay unas ligas muy buenas pero no hay el mismo respaldo financiero. Ahora hay migraciones hacia China o Francia porque el nivel económico está mejor. Si en unos años no mejora la situación de las ligas españolas es probable que disminuya el nivel mientras que en el resto está mejorando”.

A la hora de plantearse su futuro dentro de cuatro años reconoce que su particular profesión será decisiva. “Como entrenador y deportista profesional vas siguiendo el rumbo de las ofertas. Si dentro de un año me hacen una oferta mejor que la que tengo en España es probable que no me quede aquí. De momento estaré algún año más, aunque anualmente tengo ofertas para volver. Hace años las ofertas desde otros países no eran tan buenas y el nivel tampoco, lo que hacía que me quedara, pero ahora el nivel competitivo, financiero y estructural va mejorando en Brasil y me lo planteo. Aunque, sinceramente, dentro de cuatro años no sé dónde estaré”.

Por el momento, son los jóvenes del Estudiantes los que disfrutan de las enseñanzas de este brasileño con don de gentes que saluda constantemente a alumnos y profesores en las instalaciones deportivas del Ramiro de Maeztu. Con ellos seguirá debatiendo sobre el 15-M, los recortes de la enseñanza y la corrupción mientras contempla las posibilidades de la política global y la coyuntura de regresar a Brasil.