125 años de la Cámara de Comercio de Cádiz

A finales del siglo XIX, el comercio en general y en particular el marítimo, gozaba de una gran relevancia en Cádiz, al ser su motor económico. Esta relevancia del sector marítimo hizo que, en 1886, el Gobernador Civil, al articular la creación de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Cádiz, escogiera al Presidente de la entonces Compañía Trasatlántica, para que presidiera su creación, que se produjo un día como hoy hace 125 años, en la sede de dicha Compañía, situada en la calle Isabel La Católica 3, en cumplimiento del Real Decreto de creación de estas entidades, aprobándose formalmente su constitución y su Reglamento de Funcionamiento, el 23 de agosto de ese mismo año. Al carecer de local, la sede de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Cádiz quedó fijada, durante algunos años en la Sociedad Económica Gaditana de Amigos del País, sito en la calle Benjumeda 7, para posteriormente trasladarse al local de la Calle Duque de Nájera 10, y de allí en régimen de alquiler a la calle Ahumada 2, inmueble que esta Institución acordó adquirirla en 1923 y que hoy todavía conserva.

Las Cámaras de Comercio han sido, desde hace 125 años, la institución de defensa de los intereses generales de los comerciantes, industriales y navieros, habiendo conseguido a pesar de los cambios económicos y políticos, producidos en todos estos años en nuestro país, ser el organismo aglutinador de toda esta actividad empresarial. Las Cámaras de Comercio, como decía, se han enfrentado a múltiples cambios legislativos que, en algunos casos han potenciado su presencia y servicios en la sociedad, y en otros, les han restado protagonismo en el mundo empresarial, pero de todos esos cambios, siempre ha mantenido dos grandes principios, la democracia interna en la elección de los órganos de representación y gobierno, mediante votación libre y secreta de sus electores, y la defensa de los intereses generales del comercio, la industria y la navegación.

Desde que se fundó, la Cámara de Comercio de Cádiz ha sido un importante instrumento para el impulso de las empresas y por tanto fundamental para el desarrollo socioeconómico de su demarcación. La Cámara de Comercio, como organismo con naturaleza propia, se ha ido adaptando a las necesidades que las circunstancias de cada momento le han demandado y, en los últimos años, se ha ido acercando a las empresas, allí donde están instaladas, mejorando sus instalaciones y ampliando su red de oficinas. Recientemente, con la modificación del Régimen Económico de las Cámaras nos encontramos en una difícil coyuntura pero estoy seguro que no será un obstáculo para que la Cámara continúe con su labor de defender y apoyar los intereses de los empresarios. Estoy convencido que esta Cámara de Comercio, que tengo el honor de presidir, estará presente en el futuro, y cumplirá al menos otros 125 años de existencia, y lo hará con otros hombres y otros anhelos, pero siempre con el único objetivo de servir de cauce a los intereses de los empresarios, que son los que dan empleo y con ello prosperidad, porque si a los Gobiernos nacional, autonómico y local, les corresponde crear el marco adecuado para que las empresas nazcan, se desarrollen y sobrevivan a los avatares de cualquier coyuntura, a los empresarios les está reservada la nunca bien ponderada labor de invertir y arriesgar su patrimonio.

Y para finalizar, quisiera dedicar unas palabras de respeto y agradecimiento a todos los que estos años han formado parte, de alguna manera, de la Cámara de Comercio de Cádiz y sin los que no seria posible que hoy estuviéramos celebrando esta efeméride. Y si bien es cierto que yo he tenido la suerte de ser el presidente en esta época, han sido otros los que iniciaron esta labor que hoy yo sólo continúo.