Laura, Lydia, Joaquín y Marta en la cuerda floja

Las casas de Gran Hermano han caído esta semana en un aburrimiento total. De los nominados, la única que sigue actuando como genio y figura es Laura, que cada vez evidencia más su aversión por Marcelo desde que éste decidió no hablarle. Lydia sigue sin aportar nada a la casa, aparte de sus trikinis, que según sus amigos se los pone también para andar por casa.

Joaquín se ha dedicado a tirarle los tejos a todo bicho viviente, Laura, Catha, Lydia, la que sea, este hombre necesita amor. Marta, que se declaraba en el video de presentación como una mujer muy picante, ha dejado toda su picardía con Joaquín porque desde que se separó de este esta más fría la chiquilla que un bloque de hielo.

Por su parte, los demás de afanan en hacer estrategias baratas que no les valdrán de nada para las nominaciones. Dámaso, la revelación de la semana, se ha puesto un pendiente, su último cambio. Patricia está bastante tranquila desde que la orquesta Pepa. Yago no soporta a Pepa y no sabe como hacer que la nominen y Chari y Rubén se pelean y reconcilian continuamente.

Marcelo por su parte, está sufriendo la ira de Laura y dice que en el fondo sigue sintiendo cariño por ella. Peo mientras intenta ligar con Catha que no esta mucho por la labor. Veremos como reacciona Marcelo esta noche cuando la audiencia decida si se va o se queda Laura. En general esta semana la convivencia ha sido bastante aburrida, esperemos que ocurra algo en la gala para que las cosas cambien.

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