Los nombres de los difuntos están grabados en las paredes. /ÓSCAR CHAMORRO
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Una pirámide con alma gaditana

Un monumento funerario recuerda a los últimos 300.000 fallecidos que han sido trasladados desde el cementerio de San José de Cádiz al Mancomunado de Chiclana

CHICLANA Actualizado: Guardar
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Un día gris, ventoso, y de recuerdo a los seres queridos que ya no están, fue el elegido por los responsables de la empresa que gestiona los cementerios de la Bahía, Cemabasa, para inaugurar la pirámide funeraria en recuerdo a los casi 286.000 ciudadanos gaditanos que fueron enterrados en el cementerio de San José entre los años 1802 y 1992.

Ayer lunes el Obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos, acompañado de los alcaldes Teófila Martínez y José María Román, presidió la inauguración y procedió a la bendición de unas instalaciones que superan los 400.000 euros de coste, y que más allá de sus llamativas cifras, supone un sentido homenaje a la memoria de los gaditanos.

La pirámide funeraria erigida en el Mancomunado de Chiclana cuenta con una estructura de hormigón armado que tiene dos plantas de altura y casi 200 metros cuadrados. En su sótano se han ubicado las más de 8.000 cajas que contienen los restos mortales de todos aquellos fallecidos enterrados en San José que no fueron trasladados al camposanto chiclanero por sus familiares.

Particularidades

Pero lo más llamativo de este singular monumento funerario, único en el país, es que en sus fachadas exteriores de mármol tallado y granito se han grabado a mano en los últimos meses los nombres de todos y cada uno de los fallecidos en Cádiz que habían recibido sepultura durante los dos últimos siglos en San José.

Además, el monumento está coronado por una escultura de bronce patinado en oro de 2,5 metros de altura, obra de Luis Quintero, que es visible incluso desde el exterior de las instalaciones. Al acto de inauguración de la pirámide funeraria asistieron ayer buena parte de las corporaciones municipales de Cádiz y Chiclana, así como el gerente de Cemabasa, Salvador García Palau, y diversos representantes de la vida social y cultural de ambas ciudades.

Se da la circunstancia de que el monumento levantado en memoria de los fallecidos en Cádiz cuenta también con las nuevas tecnologías. Así, los visitantes podrán localizar el nombre de sus familiares enterrados gracias a un ordenador táctil colocado en el interior del edificio.

Cabe recordar que además de este elemento, el cementerio mancomunado de Chiclana cuenta con otros lugares especialmente emblemáticos para los gaditanos. Es el caso por ejemplo del monumento a los alcaldes, obra de la artista Presentación Navarro, que cuenta con arcos del pórtico del Ayuntamiento gaditano y recuerda a los primeros ediles que estaban enterrados en San José.

El monumento acoge los restos de todos los alcaldes de la capital, con la excepción de los de Fermín Salvochea, que permanecen aún en la capilla de San José.

Convenio

Precisamente, el camposanto ubicado junto al paseo marítimo de Cádiz comenzó a ser desmantelado tras dos siglos de historia en la ciudad en 1997 gracias al convenio firmado por el Consistorio gaditano con Cemabasa.

En estos momentos casi un 90% de los restos mortales que acogían los nichos de San José han sido trasladados al Mancomunado, pero aún queda algún tiempo para que el recinto se convierta en una amplia zona verde y en las pistas deportivas proyectadas.

Y es que, aunque sus instalaciones funerarias se encuentran cerradas, el Ayuntamiento de Cádiz aún no ha culminado una serie de cuestiones legales, entre ellas, qué hacer con las fosas comunes que albergan los restos de víctimas de la Guerra Civil en el cementerio.

Además, aún existen restos de fallecidos que no han sido reclamados por sus familiares, por lo que no han podido ser desenterrados, lo que retrasará la desaparición total del recinto en el corazón de la capital.

No obstante, y mientras llega el desmantelamiento completo de San José, los gaditanos ya tienen su monumento funerario en homenaje a sus antepasados, que es nada más y nada menos que una pirámide con alma de Cádiz.