Los estudiantes bloquean el centro de Atenas y se enfrentan a la Policía tras una noche en calma

La calma ha durado poco en Grecia. Tras la primera noche sin incidentes en una semana. Con la luz del día los estudiantes griegos han vuelto nuevamente a las calles y han lanzado artefactos incendiarios y piedras a la Policía en el exterior del Parlamento, en el séptimo día de violentos disturbios en Atenas en protesta por la muertedel adolescente Alexis Grigoropulos a manos de un policía el pasado sábado.

Los agentes antidisturbios han lanzado gases lacrimógenos contra los manifestantes, que portaban pancartas en las que se podía leer "el Estado asesina" y "el Gobierno es culpabe de asesinato", con el fin de tratar de impedir su avance. La Policía comienza a tener escasez de gases lacrimógenos después de lanzar más de 4.600 botes en la última semana y han contactado con carácter urgente con Israel y Alemania para que les envíen suministros.

Mientras que las instituciones de enseñanza secundaria y las universidades continúan cerradas desde el lunes en señal de protesta, cientos de escolares han colapsado Atenas y han protagonizado nuevos enfrentamientos con las fuerzas del orden. Los estudiantes se han concentrado en el centro de la capital y han cerrado las principales avenidas, lo que ha provocado el caos en el tráfico y ha obligado a cerrar algunos comercios. Grupos de jóvenes radicales han atacado con piedras a los agentes cuando han comenzado a identificar a los manifestantes y detener a los menores.

Como consecuencia de los incidentes, además de nuevos daños materiales, las llamas de un "cóctel molotov" han prendido el uniforme de un policía, aunque no ha habido daños mayores gracias a la rápida respuesta de sus compañeros, mientras que un vehículo de los bomberos ha resultado totalmente destruido por los violentos.

Frente a los desórdenes, que se han sucedido por séptima jornada consecutiva, los profesores universitarios han formado una cadena humana en torno al edificio de la Universidad de Atenas, también en el centro capitalino, como símbolo de protección de la herencia cultural y de las instituciones.

Un disparo directo

Mientras la normalidad no acaba de llegar a las calles del país, los primeros testigos presenciales de la muerte del joven que desencadenó los disturbios han comparecido ante el fiscal, a petición de la familia de la víctima. Según la radio Alpha, Nikos, un amigo de la víctima, ha dicho que el policía "alzó el arma y disparó directamente contra Alexis".

En el marco de la investigación del asesinato del joven, los peritos ultiman el informe balístico que podría aclarar si el policía mató al joven de forma intencionada o si falleció, como sostiene el agente, que se encuentra en prisión provisional, por el rebote de una bala que disparó al aire. Ante la inminencia de que se conozca ese informe, las fuerzas del orden están en estado de alerta.

Por otra parte, primer ministro griego, el democristiano Costas Caramanlis,ha querido reafirmar la postura del Ejecutivo. Desde la cumbre de la Unión Europea en Bruselas, el mandatario ha aclarado que "Grecia tiene un gobierno firme" y que "no es hora de ocuparse con escenarios de elecciones legislativas adelantadas en momentos en los que afrontamos una gran crisis económica mundial". Ha insistido que " hay que hacer una clara distinción entre los ciudadanos que tienen el derecho a expresarse libremente y a protestar contra la muerte del joven y entre los extremistas que llevan a cabo violentos ataques" y llamó a los políticos del país a "aislar a esos elementos" que causan los disturbios.

Estas declaraciones se producen el mismo día en que el viceministro del Interior, Panagiotis Hinofotis, ha pedido en el Parlamento por la trágica muerte de Grigoropulos y ha anunciado que los policías que llevan armas serán examinados cada año por una comisión de sicólogos .