En la image, tanques rusos se pasean por las calles de la capital de Osetia. /REUTERS
guerra en el 'avispero del Cáucaso'

Georgia anuncia el alto el fuego en Osetia del Sur y Rusia desmiente que haya puesto fin a las operaciones militares

El Gobierno georgiano asegura que ha transmitido oficialmente a Moscú la confirmación de que todos sus efectivos se han retirado completamente de las zonas de conflicto ante la negativa del Kremlin

TIFLIS Actualizado: Guardar
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Tres días después del inicio de la ofensiva militar georgiana en la región separatista de Osetia del Sur, el Gobierno de Tbilisi ha entregado en la embajada rusa de la capital una nota anunciando el cese de las operaciones militares en la zona. Pero Moscú no está convencido de ello y asegura que prosiguen esas acciones, por lo que ha reiterado al Gobierno georgiano que firme un pacto de no agresión por el que se comprometa a retirar incondicionalmente sus fuerzas de la región.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Georgia ha asegurado en el documento que están dispuestos a iniciar "de inmediato" negociaciones con la Federación de Rusia sobre el alto el fuego y el fin de las operaciones militares". Casi de inmediato la diplomacia rusa ha negado haber recibido "por canales oficiales". No obstante, la parte georgiana ha precisado que la nota fue entregada al cónsul ruso en Georgia, Alexandr Smaga, por orden directa del presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili.

Poco después, sin embargo, el departamento de Exteriores ruso ha admitido que "semejante nota efectivamente existe", pero asegura que "dispone de información de que los tiroteos continúan y las tropas georgianas no se han retirado plenamente". Aunque ha precisado que los tiroteos "tienen carácter esporádico y local", en ellos, ha indicado, se llegan a emplear "armas pesadas, como morteros".

Las condiciones de Rusia

La Cancillería rusa condiciona el cese de las hostilidades a la retirada de las tropas georgianas a las posiciones iniciales y la renuncia de Tiflis al empleo de la fuerza contra los regímenes separatistas pro rusos.

Según el viceministro de Exteriores ruso, Gueorgui Karasin, Georgia debe replegar sus tropas a la "línea de separación refrendada en 1992 en los acuerdos de Dagomís", en los que Moscú y Tiflis sentaron los principios de arreglo del anterior conflicto armado entre Georgia y su región separatista. Además, Tiflis tiene que firmar un acuerdo vinculante de renuncia al empleo de la fuerza en Osetia del Sur y Abjasia, la otra región separatista georgiana, que aprovechando el momento, ha lanzado un ataque para conquistar el desfiladero de Kodori, zona habitada por georgianos que ocupa el 15% del territorio abjaso.

En el primer contacto directo entre ambos gobiernos, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, ha reiterado las exigencias de repliegue de tropas a su colega georgiana, Eka Tkelashvili, según las agencias rusas.

La oposición rusa a la entrada de Georgia en la OTAN

A pesar del comunicado, el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, en una entrevista en exclusiva a la CNN ha asegurado que Rusia sigue bombardeando posiciones en el interior de Georgia. Para Saakashvili, la lucha emprendida por Rusia "no tiene nada que ver, al final, contra Osetia del Sur" sino con la posible incorporación de su país a la OTAN a la de que Rusia se opone tajantemente.

"Georgia, como estado democrático que es, tiene libertad de elección sobre con quien unirse, y con quién aliarse. Es un proceso largo. Pero he hablado con Jaap de Hoop Scheffer y puedo garantizar que, desde la sede de la OTAN, tienen perfecto conocimiento de lo que está sucediendo aquí", ha explicado el mandatario.

En su nota, la parte georgiana señala que ha creado un pasillo de seguridad para la retirada de la población y los heridos de la zona de combates y que también ha replegado allí sus tropas.

Retirada de la capital suroseta

El anuncio del cese de hostilidades se produce horas después de que las tropas georgianas se hayan retirado de la capital suroseta, Tsjinval, tras los intensos bombardeos y por "el incremento de la agresión por parte de Rusia", según ha declarado Aleksandr Lomaya, secretario del Consejo Nacional de Seguridad.

Mientras se decide el futuro de esta región, conocida como 'el avispero del Cáucaso', un punto estratégico excepcional por el que discurren oleoductos y gasoductos que conducen los hidrocarburos entre el mar Caspio y el mar Negro, las consecuencias de la ofensiva son catastróficas. La cifra de muertos oscilan entre los 130 -según Georgia- y los más de 2.000, de acuerdo con fuentes rusas. La Agencia de Naciones Unidas para el Refugiado (ACNUR), por su parte, ha estimado entre 10.000 y 20.000 las personas que han huído de la zona en busca de refugio en los países vecinos. Por todo ello, la Comisión Europea ha anunciado el envío de un primer paquete de ayuda de emergencia para asistir a los civiles afectados.

La diplomacia internacional busca en el seno de Naciones Unidas una salida al conflicto. Pero, pese a los esfuerzos por aunar posturas, la negativa de Rusia a la propuesta de resolución que llame al alto el fuego hace presagiar que hoy tampoco se sacará adelante.