Benjamín Atutxa era el concejal socialista que ETA planeó secuestrar entre septiembre y diciembre de 2007

La desarticulación del 'comando Vizcaya' ha permitido comprobar que la banda terrorista no se ha movido de sus planteamientos asesinos. La declaración de uno de los últimos detenidos, Arkaitz Goikoetxea, ha sacado a la luz que ETA pretendía repetir la misma historia que con Miguel Ángel Blanco, hace ya once años. Ayer el etarra reconoció que había planeado secuestrar y asesinar a un edil socialista y hoy fuentes de la investigación han desvelado que el objetivo era Benjamín Atutxa, concejal en el Ayuntamiento guipuzcoano de Eibar, donde gobierna el PSE.

Así lo ha declarado el juez el etarra Goikoetxea, que ha asegurado que entre septiembre y diciembre de 2007 estuvieron haciendo un seguimiento a este concejal, con la intención de secuestrarle y, posteriormente, asesinarle si el Gobierno no se plegaba a las exigencias de ETA. Según su declaración, el grupo terrorista desistió de esa acción debido a la protección policial que llevaba habitualmente este concejal.

Este jueves ya trascendió también que entre los planes del comando estaba asesinar al juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaka.

Benjamín Tutxa, que está de vacaciones fuera del País vasco, ha conocido la nopticia pocos minutos antes de que se hiciera público. Una vez que ha ocurrido esto, el presidente del Gobierno le ha llamado para trasmitirle su apoyo y solidaridad. Lo mismo ha hecho el PP. (Ampliación)

Los tranquilizantes dieron la pista a la Guardia Civil

La confesión de los planes para secuestrar al concejal socialista Atxuta se ha producido después de que la Guardia Civil preguntase al presunto jefe del 'comando Vizcaya' por el hallazgo en el zulo localizado anoche en Valgañón, en La Rioja, de una caja de tranquilizantes. Tras unas primeras negativas del terrorista, finalmente admitió esos planes para secuestrar al concejal con la intención última de forzar al Gobierno a una negociación con la banda terrorista.

No eran unos planes novedosos, sino que ETA buscaba repetir el pasado que ya tiñó de negro y llenó de indignación a la sociedad con el secuestro y asesinato del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco en 1997, durante el primer mandato de José María Aznar.

En aquel momento, días después de la liberación del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, la banda secuestró al concejal de Ermua y dio 48 horas al Ejecutivo para acercar los presos al País Vasco. La negativa de Aznar, por consejo del entonces ministro del Interior Jaime Mayor Oreja, hizo que los terroristas ejecutasen su amenaza y le asesinaran.

En busca de un golpe de efecto tras la tregua

Los seguimientos del 'comando Vizcaya' al concejal socialista se produjeron al menos cuatro meses después de la ruptura formal de la tregua por parte de ETA . En ese momento, la organización terrorista ya había retomado su campaña de atentados inaugurada con el coche bomba que Goikoetxea y otro hombre del comando hicieron estallar en agosto junto a la casa cuartel de Durango.

Esta confesión del etarra confirma la sospecha de Interior: además de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los miembros del PSOE, a los que responsabiliza del fracaso de la negociación de la pasada legislatura, son objetivo prioritario de la banda.

La operación contra el 'comando Vizcaya' sigue abierta, con la búsqueda de al menos un colaborador que el pasado martes no estaba en su domicilio de Getxo (Vizcaya) cuando las Fuerzas de Seguridad iban a detenerle. La pasada madrugada han registrado esa casa, y también el piso con garaje que los etarras tenían alquilado en la localidad riojana de Ezcaray. Se sospecha que en este lugar el 'comando Vizcaya' fabricaba las bombas con las que luego cometía atentados.