APUROS. Los romeros intentan arreglar el simpecado / M. HUGUET
Ciudadanos

Las hermandades gaditanas se solidarizan con la de Arcos

La Línea, San Fernando, Chiclana, Puerto Real, Rota y Cádiz acordaron facilitar el paso al simpecado arcense

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La marcha hacia la aldea de El Rocío, haciendo parada por la noche en Guaperal, comenzó temprano para las hermandades de Cádiz. Desde las nueve de la mañana las hermandades fueron saliendo del Corral del Félix camino a la Laguna del Sopetón y Palacios para llegar después a la última noche de acampada. Aunque los ánimos no decaían, en la cara de los romeros era patente la preocupación a lo sucedido en la tarde del miércoles a la Hermandad del Rocío de Arcos. Los hermanos mayores de La Línea, San Fernando, Chiclana y, sobre todo, Puerto Real, Rota y Cádiz, habían acordado facilitar el paso al simpecado de Arcos para que llegase a tiempo a cada una de las paradas previstas.

Y es que, finalmente, la hermandad trasladó fuera del Coto de Doñana la carreta del simpecado para arreglarla y conseguir que ayer mismo estuviese listo para emprender el camino a la Aldea. Ayer por la mañana, los romeros arcenses aún esperaban que se terminase de preparar la carreta. En ese momento la Hermandad del Rocío de Cádiz pasó por la roá junto a la acampada de Arcos y los rocieros quisieron dar las gracias por al apoyo prestado en las últimas horas rezándose al simpecado de la Hermandad del Rocío de Cádiz.

Los rocieros gaditanos llegaron a la Laguna del Guaperal a las dos de la tarde, cuando Rota ya levantada su acampada para finalizar su Camino en El Rocío. Y es que los roteños han decidido este año que su última noche en el Coto de Doñana sea el miércoles, no el jueves, llegando sobre las diez de la noche a La Aldea.

Gran recibimiento

Cuando los rocieros gaditanos preparaban el almuerzo, la hermandad de Arcos pasó por el «rengue» de los gaditanos, que salieron a la «roa» para recibir a los arcenses. Primero el simpecado, con el carretero a la cabeza ya recuperado de las lesiones sufridas en la tarde del miércoles tras desbocarse el mulo. Además se pidió por la joven que fue herida por la rueda de la carreta que aún sigue hospitalizada. El joven carretero, emocionado por el recibimiento de Cádiz, no pudo reprimir las lágrimas, como su hermano mayor y otros hermanos que iban detrás del simpecado. Además, el hermano mayor de la Hermandad de Cádiz, Manuel Montaño, dedicó unas sevillanas a la Arcos asegurando que «que no pasa ná».

Cuando los romeros arcenses continuaron el paso fueron despedido por los aplausos de los más de 300 romeros gaditanos.

Tras la comida Cádiz continuó el Camino detrás de Rota y Puerto Real, llegando a Palacio a las seis de la tarde. Y en Palacio pasaron la noche el resto de hermandades de la provincia de Cädiz: Sanlúcar de Barrameda, El Puerto y Jerez, hoy viernes realizan la entrada en El Rocío junto al resto de las hermandades gaditanas.

Y es que la jornada de hoy, la última de Camino, son pocos kilómetros los que separan a los romeros de la Blanca Paloma. Es una jornada distendida, con ganas de llegar a La Aldea pero con la pena de abandonar el peregrinaje por el Coto de Doñana. Un espacio con muchas dificultades, sin ninguna comodidad, pero que los rocieros hacen cada año antes de rendirle culto a la Virgen del Rocío.