ANDALUCÍA

Agredida en Tánger la activista Helena Maleno

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La portavoz de Caminando Fronteras, Helena Maleno, apreciaba un descenso del racismo hacia los subsaharianos, pero la realidad ha venido a contradecirla y lo ha sufrido en sus propias carnes. En la noche del viernes, cuando acudió al barrio tangerino de Boukhalef, donde grupos de marroquíes atacaban a familias de subsaharianos, en especial mujeres y niños, al grito de «marchad al agua, iros a España». Un grupo se volvió contra ella, sin que la policía hiciera nada por impedirlo. Maleno denunció haber sido objeto de abusos: «Me agredían, me tocaban las tetas al grito de puta española, vete a Tindouf, delante del comisario de policía», dijo a través de Twitter. No hubo detenciones. «Se han negado a arrestar a mis agresores, a los que he identificado. Imaginad si esto me pasa a mi que no pasará a una subsahariana», denunció.

La portavoz dijo asimismo que «si estoy viva es gracias a los compañeros subsaharianos, que han hecho un cordón de fuerza y han recibido los golpes». A su juicio «esto estaba preparado, algo pensado para desesperar más a los subsaharianos», y clamó por ayuda. «Necesitamos presión desde fuera, nadie va a protegerles».

Natural de El Ejido, periodista e investigadora especializada en migraciones y trata de seres humanos, Maleno se ha convertido en la voz de los 'sin papeles' desde Marruecos. Conoce por su nombre y sabe las vidas de cuantos llegan a la zona. Es algo así como «la chica que amaba las pateras». A ella recurren cuantos salen al mar y no logran comunicar con Salvamento Marítimo. De todo ello da puntual información en Twitter. Su trabajo, comenta, es «duro y gratificante», porque hay en él muchos «procesos personales donde se da ejemplo de cómo tirar para adelante y de recuperación» desde el daño personal y las tragedias humanas.

Así, se complace en romper el 'discurso del miedo' hacia el inmigrante que cunde en Europa y ve una sustancial diferencia con Andalucía: «La sociedad andaluza es distinta, mestiza, acogedora. Se ve en Tarifa, adonde han acudido voluntarios de toda la comunidad. Sabemos cuál es la realidad de las personas más allá de la política».